Tenías ese cosa que le da sabor a las
cosas, trajiste a mi vida los rayos mas fuertes y ciertos (hasta esos dias) de
lo que es el amor, me aprendí tu nombre, tu cumpleaños, el color de tu piel y
el acento tanguero, me enamore con esa clase de amor que se cree, es para una
sola vez.
Me vestí de novia frente a la luna y le
pedí al sol no salir, hasta que llegara aquel enero, me negué a creer y decidí
sentir...
Pero nada, ni tú fuiste más fuerte que
mi amor propio.
Busque refugio en brazos erróneos, pero
después de todo así se aprende, no?
Camine más de 100 lunas hasta que un Ángel
me encontró de madrugada... sabes? él ha sido el amor menos imaginado, el amor jamás
buscado, el no pedido, desde que me encontró se aferro a mis noches de letras y
sonidos sin re tumbar.
¿¿Curiosidad, novedad?? No lo sé, no sé
que buscaba en mi o que esperaba de mi, pero cuando se dio el encuentro, descubrí
entre sus pupilas la frase “para siempre“, esa que utilizabas sin medida y sin
conciencia, pero esta vez, tenía esa honestidad que tu frase no tenia, esta vez
no venia disfrazada con imposibles, en esta ocasión venia con caminatas y besos
bajo la lluvia.
Ahora “regresas“o pretendiste regresar
como aquellas veces, utilizaste el mismo argumento encantador de un amor que
vive a pesar del olvido mismo, pero esta vez fue diferente, las palabras eran
solo eso, un montón de frases que podían ser el verso de alguna vieja canción...
todo aquello que agregaste sobre ti y sobre mí, no pudo ni revivir el recuerdo,
en mi sólo detono la compasión y la tristeza de saber que no todo va bien
contigo; una plegaria y una amiga a la luz del día es lo que existe para mí en
ti, eso dije y lo confirmo aquí en este espacio que de vez en vez tienes la
gentileza de visitar.
Ahora sé muy bien que existe un mañana,
y lo sé bien porque desde que te deje ir, he visto tantas mañanas como vasos de
leche en una mesa “normal” a la hora del desayuno.
¿Sabes algo? Y esta es la más grande
verdad que he escrito, el tiempo de las
noches de tango se termino, ya no me da por escucharlo, ya no tengo ganas ni de
pensarlo y de tal vez aquí es donde preguntes por mis sueños, y te diré que de
esos me hago cargo cada vez que mi alma gemela me mira a los ojos, cada vez que
escucho su voz, y sobre todo los vivo cada vez que me aprieta entre sus fuertes
brazos después de algunos días de no vernos.
El borrador de este escrito
fue hecho hace más de cinco meses, a veces necesito pensar por unos segundos en
el pasado porque de repente se quiere colar por la ventana, se disfraza como rayo
de luna y pretende tomar un lugar que ya no existe, y miro lo que fue y paso
sin ver.
Hace mucho que no pienso en
el ayer, no tengo necesidad, no tengo tiempo, pero hoy quise sentarme a
terminar un post, me fue sencillo, él quiere leerme y juro por mis letras que
quiero que me lea y sepa lo mucho que lo amo y lo mucho que agradezco a la vida
y al tiempo que me hayan permitido encontrarlo en mi camino.
Gracias por continuar en este su espacio, les dejo besos y nos leemos la
próxima!