viernes, 29 de junio de 2018

Tu jardín con enanitos



Tener que conformarse con menos en el amor es una lápida que si decides, deberás llevar por siempre, a menos que te atrevas a cumplir tus promesas.

 Quiero vivir realmente, quiero que mi piel duela, que sude; quiero llenarme de tierra, ver pasar el polvo, sangrar, ¡quiero sentir!

Estoy aburrida de esta vida plana, de este ir y venir sin sentido; estoy cansada, no me gusta ver pasar los días aportando tan poco a este mundo.

Soy magia y la magia necesita movimiento, necesita brincar, brillar, palpitar, respirar; y aquí la vida pesa, duele, pero no con ese dolor que te hace saber que estás viva; duele de tal forma que sabes que estas muriendo.

El hastío también puede matar y no, aun no quiero morir, me gusta que mis ojos brillen, que gusta de apoco sentir el calor del sol sobre la piel, estoy perdidamente enamorada del frió y de la lluvia, me he casado no sé cuántas veces con la luna, así que no, no quiero morir.

Y no te confundas, no quiero hacer del amor un ancla que me obligue a vivir, todo lo contrario, este amor es el que me ha permitido respirar aun dentro de esta vida que camina a paso lento.

Antes de ella ya me acompañabas y eras ese amor que romancea, esa clase de amor que te despierta con un rayito de sol en las mejillas (aunque fuera por unos segundos) capaz de iluminar el tiempo restante hasta volver a encontrarme contigo.

Eres y has sido una palpitación constante, quizá la que ha mantenido en funcionamiento este corazón, tiene que serlo, tu llegaste a darle cuerda a este motor dormido, ese al que llaman vida.

Si, una vez mas (no sé cuantas van, ni cuantas faltan) este escrito es un grito desesperado desde mis letras para que te enteres que estoy aquí, que vivo, que este amor vive aquí, que no importa el tiempo, o las historias que estén siendo contadas allá a fuera, siempre estoy, siempre.

Hoy me desperté mas lucida que nunca, decidida a luchar contra cualquier obstáculo que se interponga entre nosotros, en contra del tiempo, de la distancia, de las diferencias; hoy quise dejar salir todo lo que habita en mí, sin ocultar, sin callar (ya no puedo, ni quiero), no quiero ahogarme mas en esta vida que no va de la mano de mis deseos.

Hoy tuve una clara visión de la vida, vivimos en un mundo donde las almas caminan desesperadas, deambulan buscando sueños sin la mínima intención de realizarlos, se llenan de promesas, de anhelos que no se forzaran a cumplir, cargan en su espalda vidas rotas sin amor, sin deseo y se obligan a caminar así con las promesas entre los tacones y los sueños en la guantera del automóvil.

Todo este tiempo se han equivocado, nos han mentido todas esas postales, los libros, nuestras madres, nos han llenado de frases que nos invitan a conformarnos, a no vivir, a no luchar.  Así que, por favor, seamos realistas, NO es fácil soñar, cada sueño no realizado implica un fracaso, una promesa rota a la persona que más debemos amar, a nosotros mismos, y con todo esto aún se atreven a decir que no nos cuesta nada. Palabrería barata de libros escritos para cobardes que no quieren acercarse al sol – que mas da si te quema, ¡qué importa! -; ¿cuántos se atreverían a tocarlo?, ¿cuántos tendríamos el coraje de atrevernos?, porque nos da tanto miedo ser diferentes, porque no nos atrevemos a vivir, porque no podemos ser felices.

No quiero lastimar a nadie, no quiero matar sus sueños, todo lo contrario, quiero que cada uno de nosotros vaya tras ellos, que se quite el polvo que pesa sobre sus pies y que corran tras esa vida que están anhelado, que le hagan el amor a esa piel por la que suspiran, que besen esos labios que se han quedado mirando por horas tras ese monitor, que se miren en esos ojos de cielo, que se empapen de la magia de ese lugar que decidieron visitar, QUIERO QUE VIVAN, SIN CULPAS, SIN MIEDO, PLENAMENTE.
Me desperté con muchas preguntas y unas ganas locas de besarte, de caminar contigo encontrando las respuestas a cada cuestionamiento, no quiero que me enseñes lo que sabes, no busco eso, quiero aprender contigo sobre esa vida que nos espera, sobre esa vida que está esperando por nosotros.

Así que mi promesa sigue mas que nunca en pie, llegará el día, en que el final se escriba con un nuevo principio, llegará el día en que escriba desde aquel paisaje de tantas postales, sí, llegará ese día, y lo sé, porque hoy sé que soy capaz de cumplir las promesas que me hago a mí misma.

jueves, 28 de junio de 2018

Amor desesperado


Escribo para que me notes, para hacerme “oír”.

Te escribo para robar un poco de tu tiempo y concentrarlo en mí.

Escribo para que mi amor entre por tus ojos a través del arte de la palabra escrita, para que dé un suspiro toque tu alma y me vuelva pensamiento constante de tu día a día.

Te escribo porque quiero circularte entre las venas, porque quiero que me respires, que te alimentes de mí y de mis sueños.

Te escribo para seguir construyendo este amor, para contarlo, para que se enteren, para que no se te olvide…

Te escribo porque habitamos el mismo mundo de letras, porque fue ahí donde nos encontramos.

Te escribo porque aquí está la historia jamás contada, esa cuyo final tampoco se ha escrito.

Te escribo para que te enteres de mí, para que me vivas, para que me anheles para que me lleves contigo, ahí, donde habita el alma.

Te escribo lo confieso, para ser, para sobrevivir a ellas, para diferenciarme de todas; para que entre la multitud ubiques mis pasos y te enamores una y otra vez de mí.

Escribo para ir dejando pistas, sí, siempre dejo pistas para que sepas dónde y cómo buscarme, por si un día decido partir, entres aquí y te sea fácil encontrarme.

Te escribo para que me ames, para que te enteres que nada murió, que nada olvide, para que sepas que aprendí a sobrevivir (porque así debía ser).

Escribo porque cuando partiste, la muerte toco mis pies y me beso el alma, y solo encontré refugio entre mis letras.

Escribo porque para mí es una de las formas más hermosas de amar.



GRACIAS por leer, ¡Saludos!!!

lunes, 25 de junio de 2018

¿En qué estás pensando? 2


¿Por qué sigues creyendo, dónde vive tu Fe?, ¿por qué no muere?, ¡le he disparado!!, - me gritaste a la cara, mientras exprimías mi corazón- te lo he arrancado y me lo lleve de trofeo, ¿cómo es qué sientes?, es que no lo comprendo…

¡Te lo he arrancado!!!??? Y no era la furia de tus ojos lo que me conmovió el alma, eran las lágrimas que brotaban de ellos, en ese justo momento entendí que no me robaste el corazón como un acto cruel, te lo quedaste, lo guardaste contigo como un acto de amor, creíste que así no lograría amar a nadie como te amé a ti, mis brazos se extendieron y entre suspiros te abrace, mi herida sangraba cada vez que me aferraba a tu espalda, pero era la única forma en que dejabas de llorar…, te abrace y mientras más me alejabas, más te abrace y con mi último suspiro te grite un te quiero, y ese, ese mi amigo será el recuerdo más hermoso que de mi tendrás, porque bien sabrás que el corazón es solo un musculo que cuando deja de latir muere, pero el amor, ese, ese eterno. ivra



En que estás pensando será una serie de escritos que solo fueron subidos al Facebook, pero que ahora compartiré por aquí. Saludos, gracias por leer.

¿En qué estás pensando?



Ya casi no pronuncio tu nombre, de treinta veces al día ya solo son dos, una antes de dormir y otra por la mañana al despertar, justo al abrir los ojos, en ese momento en el que sol se recuesta sobre la piel, siendo honesta el día de hoy solo te he pensado tres veces, esta nota cuenta la tercera; pero ya casi no te recuerdo ni te echo de menos, seguramente te estoy olvidando.

Ya no platico contigo en la oscuridad de mi cama, solo te deseo buenas noches y me acuesto a dormir.

Ya no desayuno contigo mientras bebo mi café, ya no tengo el celular en la mesa con esas ansias locas por escuchar tu voz, lo dejo en la mesita de noche fingiendo que no pongo atención cuando llega a sonar, sé que te estoy olvidando y lo hago bien, de 100 mensajes que quiero enviarte al día ya solo me salen tres, y aunque ninguno tenga respuesta, yo te sigo escribiendo con la esperanza de uno de vuelta que diga “te extraño”, a sabiendas que esperanza no es sinónimo de espera, pero si una señal de que te estoy olvidando.

Ya no rompo en llanto a cada hora, ahora lo hago de vez en cuando, sobre todo cuando tu recuerdo me acaricia el alma y un suspiro se cuela entre mi blusa, ¿lo notas? te estoy olvidando, ya no te suplico, ahora solo te añoro como un recuerdo que se me insinúa los lunes, el viernes y el sábado (cuando recuerdo que solías llamarme), ya no te espero, aunque sigo deseando que vengas con el invierno.

Pero sé que te estoy olvidando… ya casi no tengo planes que lleven tus brazos, algunos domingos cuando sé que la jornada de una nueva semana vendrá con el sol me pregunto qué pasaría si te decidieras a amar, pero ya no te echo tanto de menos, este escrito solo lleva diez minutos, antes te dedicaba mis letras cada tres horas, ¿lo ves? si te estoy olvidando.

Voy con el tiempo a mi favor, ya no reviso las horas que no estas conmigo, ahora solo veo pasar las horas que no estoy contigo, si, sé que te estoy olvidando, cada jueves enumero los días que faltan para no pensarte hasta que llegue el lunes y me acuerde de ti otra vez.
A veces los martes planeo llamarte, pero me ocupo en cosas estúpidas y se me olvida, sin embargo, cada cinco minutos en el celular busco la agenda, ubico tu nombre, busco la opción marcar y no me atrevo a llamar, y así hasta que llega el jueves.

Sin duda los miércoles me vienen mejor, ese día solo te sueño, a veces dormida a veces despierta, pero descuida, ya te estoy olvidando, solo te sueño una vez a la semana y eso es suficiente para saber que te estoy dejando en el pasado. No te preocupes por mí, yo te estoy olvidando, mi vida regresa a su estado normal, como puedes ver mis días pasan y yo te voy olvidando, así que descuida, ten la seguridad que pronto seremos un recuerdo de aquello que estoy olvidando. 




En que estás pensando será una serie de escritos que solo fueron subidos al Facebook, pero que ahora compartiré por aquí. Saludos, gracias por leer.

Nada Más Importa


Hoy les traigo la historia del numero siete, en lo personal es un numero que no me da suerte, muchas personas importantes en mi vida se han ido con este número, también bajo este o su conjunción, he conocido personas que me han cambiado mi vida, no especifico si para bien o para mal, porque en cualquier caso, gracias a eso, el día de hoy soy quien soy, pero al sumar y restar en definitiva, no es mi número favorito.


Esta historia comenzó con este blog, imaginen queridos lectores, a un joven (muy joven) descubriendo por primera vez este espacio, yo en lo personal no puedo imaginarlo (ojalá ustedes sí) me cuesta trabajo creer que alguien como él (como solía ser él) pudiera encontrar fascinación en estas letras, no me interpreten mal, no menosprecio mi casa, simplemente, que es difícil imaginar a alguien como él aquí, pero sucedió.

Ahora, veámoslo leer este espacio con detenimiento, planeando en su cabeza el comentario del día, esforzándose por ser leído, por ser notado, sumemos a esta historia que al paso del tiempo conforme las letras comenzaron a entrar en su corazón el deseo conocer a la persona tras ellas.

Ella (la escritora) por aquellos años tenía un programa de radio (algo muy chiquito) y él la podía escuchar, llego a faltar a sus deberes por quedarse a oírla (ni yo podía creerlo), los días pasaron y las llamadas, las atenciones, los mensajes todo se hizo presente, fueron meses, muchos meses de una amistad que pese a vivir cerca, era a distancia, a veces pasar de lo virtual a lo real es muy difícil.

Siempre fue muy desconfiada, su corazón por aquellos años estaba adolorido, estaba aun ocupado con un amor del pasado, y no tenía cabida para nadie más; sí amigos, aquí es donde la historia se vuelve inquietante, ¿cómo podrían conocerse?, ¿cómo podría surgir algo entre ellos, siendo tan diferentes? Eran preguntas que él se formuló antes, pero que al final ella respondió…

Pasaron los meses, y después de muchas llamadas, de tantos mensajes, de notas de buenos días, después de preocuparse por mi en uno de los momentos mas fuertes de mi vida, después incluso de una cita fallida (tenía mucho miedo), nos encontramos.

Sí amigos, después de muchas vivencias, de muchas situaciones ellos se encontraron, fue aquel día una noche corta, las palabras, las sonrisas y el caos como siempre en mi vida estuvo presente, hablamos de esto, de aquello, del ir y el venir, y al final por la mañana un abrazo y un hasta luego.

Y no, la historia no termino ahí, todo lo contrario, ese día, todo comenzó…

Después de ese día, la luna volvió a amar, su corazón decidió dejarlo entrar, y ahí van caminando, entre nubes, entre estrellas, entre piedras y a veces en arena movediza, pero ahí van… ya saben que para mi el para siempre este fechado de tanto en tanto y hoy se viste del número siete.


Disculpen ustedes si he omito muchos detalles, pero no tienen más que ir siete años atrás en este blog para revivir esta historia.


GRACIAS!

miércoles, 20 de junio de 2018

Cristina


Y como si la tierra lo supiera, después de tu despedida final, el cielo lloro durante los tres días siguientes.
El primer día lo note de inmediato, era una lluvia triste, melancólica, para los que creemos en la magia, en la energía, sabemos que la naturaleza lloro tu partida, que tu ausencia definitiva de este plano le dolió, ella te vio nacer, te vio amar, te vio parir, la luchaste, la bebiste, la comiste, y le doliste tanto y de tal forma que quiso lavar su dolor entre esta lluvia torrencial.
El llanto se confundió con la lluvia y cerré mis ojos, necesitaba revivir esos momentos de mi niñez, quería regresar el tiempo treinta años atrás, te miré caminar de una habitación a otra en plena tormenta (aquellas tormentas de aquellos años) cubierta con tu reboso que por aquellos años era suficiente para atajarte de la lluvia.
Te vi caminar entre la calle, siguiendo el fluir del agua rumbo al rio, el rio que tantas veces se llenó de ti.
Te vi alejarte entre los cerros, como cuando ibas por tu bebida de Dioses, como aquellos años en los que me preguntaba ¿Por qué no podía acompañarte? Ahora lo sé y es muy tarde para que de adulta pueda hacerlo… lo lamento.
Cualquiera podría pensar que es simple poesía, que es solo un escrito para honrar una partida, pero no, yo lo vi, el cielo estaba llorando y eso me conmovió cada fibra de mi ser y así es como nació este post.
Siempre he sabido que la lluvia nos depura el cuerpo, que nos alivia el alma, ella nos permite detener el tiempo y nos incita a reflexionar; cuando llueve, la vida va andando en pausas, supongo que habrán escuchado el ¿cuándo deje de llover?, sí, ella nos detiene, nos invita a contemplarla, y en los casos necesarios, nos ayuda a despedir.
Y hoy sé que ella te despidió, empapo con fuerza tu última morada, como para terminar de llevarse todo rastro físico de ti, la cubrió en llanto y así en el fluir del agua que limpio los cerros, que revivió las cosechas, te dejo ir.
Te sentí en cada gota, en cada rugido del cielo, te sentí en el canto de los pájaros que pese a la fuerza con la que llovía no se iban y cantaban, y sé que te despedían.
Vine a esta tierra de mis raíces a darle el último adiós a tu cuerpo a festejar tu vida y a escribir de ti. Estoy junto a las personas que me han ayudado a ser quien soy, ante mi padre Agustín y mi abuelita Virginia, tu hermana quien te lloro y quien te extraña, quien, a pesar de no vivir en el presente, te lleva en su corazón, como si hoy fuera ese último 31 de mayo.
Desde aquí, en esta tarde de fría, pero llena de bendecida lluvia, te celebro, te despido y te quiero.
Gracias Cristina por esta hermosa infancia, por esas hermosas noches, por tu hospitalidad. Gracias por esta lluvia y nos veremos cuando sea el tiempo en que nos tengamos que encontrar.

He renunciado a ti


Hoy toque el piso, mis pies descalzos dejaron de caminar sobre castillos…

Hoy me di cuenta de todo lo que estoy negando en mi cabeza al permitir que mi corazón te busque, al dejar que él sea el que guié mi vida.

Me he mentido, he fantaseado cuando la verdad siempre ha estado frente a mí, vuelves por ella… con ella, la de siempre, la que elegiste como compañera de vida, la que siempre ha perdonado, la que siempre ha estado, la que porta orgullosa el anillo, la que hace que tu no te lo quites.

Seguramente pesa más ¿el amor?, ¿la compañía?, ¿el temor a la soledad?, lo que sea, cualquier cosa pesa más que lo cotidiano, cualquier cosa pesa más que lo que ya no te hace feliz, o por lo menos que no te complementa del todo (si es que eso fuera, que no sé… estoy imaginando, estoy suponiendo).

Hoy es un día en el que he decidido no guardar más esperanzas en el cajón de la mesa de noche, por años la use de archivero de cada sueño, de cada anhelo, pero en este momento puedo asegurar que cada día, poco a poco va muriendo la fe en el mañana.

Me he enfrascado en una competencia inútil por permanecer a tu lado y no me había dado cuenta de que el único a vencer, es justo a quien amo... y no puedo enfrentarme a ti.

Entendí que no te sé, que te imagino, y con eso me había bastado, he llegado al punto de enfermarme de ti y he muerto inventando la cura, me he querido alejar y ha sido en vano, siempre nos encontramos, y no porque te llevo tatuado, o porque a menudo te respiro cuando atraviesas mi pensamiento, tampoco es el hecho de que en las noches cuando te deseo, te sudo; no es nada de eso, el hecho es que estas tan metido en mí, que los intentos por dejarte a tras han sido inútiles.

Una vez más la melancolía se apodero de mis letras cuando descubrí que a pesar de ser fuerte, mi corazón todavía se rompe cuando sé que cualquiera puede alcanzarte; hoy en esta carrera contra la vida me siento tan lejana, tan ausente de tu meta.

Hoy que la fe se apaga, que la llama de esperanza por encontrarme contigo agoniza, mi cuerpo duele, tú me dueles, la ausencia, la distancia toda pesa, y el corazón se desgarra al saberse incapaz de bombear toda la sangre que necesita, ya no quiere seguir, ya no puede seguir, el día de hoy tu ausencia acaba conmigo, la presencia de cualquiera aminora mis pasos y ya no quiero seguir.

miércoles, 13 de junio de 2018

VEN


Jamás importa a donde me dirija o con quien, si voy tomando una mano o una correa, siempre voy hablando de ti.

Conmigo, en lo profundo de mí, justo donde solo la conciencia se aclara para revelarnos la verdad de la que huimos, con mi alma cuando el corazón pregunta por ti.

Con aquellos cuando soy yo la que busca respuestas, cuando busco complicidad al hablar de ti. Siempre es lo mismo, mil razones, mil motivos para no estar juntos.

Y a favor… si te preguntas si hay algo a favor, si, si lo hay, TU, siempre que hablo contigo y recreo mentalmente nuestras charlas, tú me dices, ven… y yo siempre te apoyo, yo y este amor que respira por sí solo, este amor tan incrustado en mi ser.

Sí, nosotros que siempre cómplices libramos las batallas que abanderan las dudas; cada que la oportunidad se presenta y el debate de este amor se pone sobre la mesa, nos ponemos del lado del “ve…”, “ve y búscalo…”, “ve y síguelo…”, “ve y bésalo…,” amalo, quiérelo, ve y no regreses.

Pero el ruido de la gente, el día a día, tus historias, la mía, son tan brutales como abrazadoras, se me pegan como sanguijuelas, me cortan la piel y extraen lentamente la esperanza en este amor; pero terca que soy, no me rindo, y me quito una a una, no puedo mentirte, en cada enfrentamiento me quedo con lesiones, pero aún no son lo suficientemente graves como para rendirme, no ha nacido quien logre hacer que este amor se acabe.

Escucho los susurros lejanos que me gritan que regrese, que no me aleje, que no me lance al precipicio, pero no saben que ahí es donde esta la vida, y desde ahí me gritas “ven”.

Lo que no entienden es que este amor no es unan tortura, no eres algo que me daña, eres quien me muestra la luz en los días grises, no logran comprender que es tu latir el motorcito que me permite respirar; me pase años pegada a un tanque de salvación, yo no podía hacerlo por cuenta propia, no después de ti.

La vida me pide continuar, pero ¿cómo hacerlo?, ella sabe que sin ti no sabe.
¿Por qué me pide seguir reglas, cumplir con normas?, ella sabe que desde siempre he andado contracorriente, mis ideales, mi estilo, mi forma de ser se salen siempre de lo establecido, no debería cuestionarme, no debería confrontarme, ella sabe, sí, lo sabe, que sin ti nada sabe.

Nadie puede contra ti, cualquier obstáculo es fácil de librar si tu me dices “ven”, todo lo vale por un beso, por un abrazo, por una caricia, todo cuanto tenga que enfrentar lo vales, tu y yo lo valemos.

Al final, después de escuchar todo el ruido del mundo termino con un listado de razones para desistir, tú y yo que jugamos a favor y en contra, ellos, aquellas, la distancia, todo danzando frente a mí; en medio de todo el caos y como un acto milagroso logro detener el paso, frenar el tiempo y centrar mi vista, te miro a lo lejos, entre la multitud, con tus ojos cálidos, con  tu sonrisa tímida e insinuante y justo ahí todo pierde y la vida cobra sentido, vuelves a ser mi eje, mi razón, mi meta, mi sentir, mi vivir, y todo se calla, el mundo deja de hacer ruido y solo te veo a ti, solo te escucho a ti diciendo “ven”.

Sale el sol a lo lejos y el día se alista para que siga planeando con furia nuestro encuentro.

martes, 12 de junio de 2018

¿Por qué no soñamos?


Una vez mas te colarse en mis sueños y si me atrevo a analizarlo, ya no sé si es porque eres un eterno habitante, si son mis deseos contenidos (por años), si son solo los sueños que tengo por cumplir o en el mejor de los casos si será un presagio, que se yo... pero como siempre que sueño contigo es tan real, que al despertar me da por pensar que son recuerdos producto de una vida pasada, honestamente me da miedo imaginar que el deseo nos ilusione hasta el punto de creer que fue algo más que un sueño...

Íbamos en carretera, no reconocí el lugar, y no sabía a donde íbamos, pero sí sé que íbamos concentrados en el camino, no hablábamos, a ratos me mirabas, pero no decías nada, yo tampoco te hablada, te miraba de reojo solo para saber qué hacías (quería descifrar tus gestos), intentaba leer tu mente, me apremiaba saber que querías…  sin éxito alguno, volvía mi mirada al camino.

No sé en qué momento tu mano se apartó del volante, y disimuladamente la pusiste sobre mi pierna, con un movimiento suave te colocaste a la altura de mi muslo, subías y bajas sobre el… como queriendo algo, te detuviste y lo apretaste tan fuerte que la humedad en mí no se hizo esperar, recuerdo que  me impresione tanto que mi corazón se aceleró y se detuvo en segundos (me das y me quitas la vida inclusive en sueños), yo seguía con mi mirada al frente, pero el temblor de mi cuerpo te invitaba a seguir.

Jamás he podido disimular mis ganas de ti y ese instante lo confirmaba, mis gemidos entrecortados hablaban mas por mi que cualquier cosa que hubiera podido decir en ese momento.

Tenía muchos nervios, siempre, desde la realidad, he anhelado esa parte de esta historia y ese momento estaba ocurriendo, tu… hurgando en mí, así que hice lo que haré cuando llegue ese instante…  me dejé llevar por lo que sentía.

Mientras todo ocurría, tu seguías mirando al frente, recuerdo que era un paraje sin autos, libre como suelen ser las carreteras que van a sitios poco poblados, lugares perfectos para perderse y alejarse del bullicio de la gente, supongo que eso te daba la tranquilidad de saber que nadie nos detendría, que mientras llegábamos a nuestro destino cualquier cosa podría pasar.

Eras precavido en el camino y ansioso entre mis piernas, poco a poco te fuiste adentrado en ellas, apretabas tan fuerte, que estuve a punto de despertar, pero no, por fortuna no, mis ganas de seguir soñando esta vez le ganaron a la sensación de placer provocado por ti.

Mientras tus dedos seguían jugueteando dentro mío, mis manos apretadas de placer se aferraban a mi falda, al asiento de auto, quería hablar, quería gritar que detuvieras el carro, que me hicieras el amor de esa forma turbulenta y animal de la que tanto hemos hablado, quería sentir tu boca entre mi sexo, tus manos apretando mis pechos, tus manos en mis caderas, tus labios en mi espalda.

Quería probarte, quería detener el tiempo y sacar todas mis ganas acumuladas, quería desgarrar tu ropa, probar tu piel, lamer tú sexo… pero no podía hablar, toda mi energía estaba concentrada en la sensación de tus dedos en mí, disfrutaba el momento y quería más, mucho más.

Supongo que como siempre lo he sabido, te pertenezco, así que no se bien en que momento comencé a desabotonar mi blusa, pero recuerdo que sentí una ráfaga de viento colándose entre mis senos y al voltear a ver , ellos estaban al descubierto, para ese momento ya habías detenido el auto, estaba tan aturdida por el placer que provocaste en mí, que no supe cuando detuviste nuestra marcha; tu seguías apretando mi sexo, lo acariciabas, lo rozabas, querías desentrañarlo, memorizarlo, o por lo menos eso es lo que yo estaba sintiendo, alcance a oír mi nombre a lo lejos, mientras intentaba razonar, tus labios comenzaron a  succionar urgidamente mis pechos, y justo ahí termine de perder el poco control que tenía de mí cuerpo.

Con  la poca conciencia que me quedaba te pedí que me hicieras el amor, apartaste tus labios de mis pechos y bruscamente sacaste tus manos de entre mis piernas, saliste del carro apresuradamente, violentate te dirigiste hacia mi puerta, la cual abriste con furia, me sacaste del auto y me apretaste contra el, ahí tus manos se volcaron sobre mis senos, cada mano hiso su trabajo; al oído me susurraste que fuéramos paraje a dentro, que no soportabas que el sol tuviera la dicha de tocar mi piel, que querías ser el único que tuviera acceso a lo que había bajo mi blusa, bajo mi falda…

Tomaste mi mano y caminamos cerca de unos arbustos que ocultaban un campo lleno de follaje, sin demora y con mucha urgencia, levantaste mi falda, apretabas mi cuerpo hacia el tuyo, sentía el ardor de tus manos sobre mi piel, y yo, yo me sentía en la gloria, estaba entrando en el paraíso y eras tú el que me abría las puertas.

Me besabas el cuello, los hombros, los labios… nos saboreábamos entre la hierba, entre la tierra, nuestras pieles por fin se reconocían, al fin estábamos en el camino de la comunión de las almas, en el camino a la unión de nuestros cuerpos.

Estábamos ahí, vulnerables ante la naturaleza, teníamos el cuerpo y el alma desnudos, nos enfrentábamos por primera vez a nuestros deseos, a las ganas que nos habíamos guardado durante años, teníamos todo lo que alguna vez añoramos, no puedo hablar por ti, pero si puedo reconocer el deseo con el que me tocabas, con el que me besabas, puedo asegurar que por lo menos en ese instante, en ese sueño, eras mío, solo mío… y de nadie más.

Esta vez me aferre a la vida y no me desperté a tiempo, en esta ocasión el deseo fue mas fuerte que yo y deje que el mundo marchara sin mí, por esta vez, decidí soñar y soñar…, me reúse a despertarme, quería llegar a esa parte en la que te bebes mis orgasmos, esa parte en la que te vienes dentro de mí, y para que no quede dudas del final de esta historia solo puedo decirles que las ganas están esperando nuestro siguiente encuentro, porque las ganas siempre serán ganas y quien mejor que tu para apagarlas.

miércoles, 6 de junio de 2018

COLORES... 300 ENTRADAS!



Quiero pintarte, dibujarte, jugar a inventarte junto a mi.
Tomar los pedazos que tengo de ti y fusionarlos con colores;
Que seas BLANCO en la serenidad de mi alma (la que siempre necesita de ti).
AZUL para que me circules en las venas, esas que desde hace años se rigen a tu marcha (me gustan tus pasos, los dados y los que están por venir).
AMARILLO para iluminar mis días (son rosas, pero cuando me faltas, la oscuridad se apodera de mí y no logro distinguir mi camino).
Te quiero en ROSA (no tengo otra forma de querer, lo hago con dulzura, con entendimiento, con ternura).
En ROJO para que arda la piel al caer la noche, ¡espera!, te quiero siempre en ROJO nunca se puede limitar la pasión.
Te quiero en GRIS porque no puedo liberarte de los malestares del mundo (pero puedo ser tu refugio de la tormenta, se lo mucho que te duelen las injusticias y que estas cansado de este mundo tan indiferente, pero puedo abrigarte a mi lado y darte un poco de paz).
Te quiero en VERDE para los paseos largos, para los días de lluvia, para despejar la mente (porque seremos compañía en este paseo por esta vida).
Te quiero en NEGRO porque no puedo reprimir tu alama, ni librar tus batallas (pero estaré ahí para cuidar de ti, siempre cubriendo tu espalda).
Te quiero en MORADO con todos los sueños que aun te quedan por cumplir (seré tu apoyo para que así sea).
Te quiero en CAFÉ , caliente, al gusto, a diario… por siempre (eres una necesidad y un gusto que puedo darme a diario), sí, te quiero en CAFÉ para que me despiertes en la cama (calientito de a sorbitos, con  pasión y con ternura).
De PLATA para que me bañe en el rio, para que me vista de novia, para que te ofrende mi vida, para que estemos a solas.
No importa el tono, la intensidad, la frecuencia, te quiero en todas las gamas (siempre aprendiéndote, siempre sorprendiéndome). Porque siempre serás mi arcoíris de vida.


MUCHISIMAS GRACIAS por acompañarme a lo largo de estas 300 entradas, estoy muy contenta, pero voy por más, este año quiero llegar a 500! Muchas gracias, por leerme. IVRA

martes, 5 de junio de 2018

¿cómo no amarlo?


Sí, lo admito, me enamore como una imbécil.
Como alguien que no tiene voluntad propia. 
Como alguien que no sabe de amor propio.
Lo he sabido siempre, esto no era capricho, ni simple deseo, ¡Lo juro! Carajos... es amor.


Lo sé, lo sabe mi piel, mi mente, mi razón… esto es amor.

Sí, es un amor insano, pasional, original, ese amor que es por siempre…

Lo sé, y lo sé muy bien porque nunca había amado como lo amo a él, jamás sentí lo que siento cuando se de él, cuando comparte su tiempo conmigo.


Estoy enamorada con esa clase de amor que es íntimo, sincero, del que nace del alma, ese tipo de amor que no pide nada, que no espera nada y que está ahí cuando se le necesita.

Si, estoy enamorada hasta las tetas y no me da miedo amar, ni me atemoriza que no me ame.

No me tortura que no me prefiera, no me asusta que hulla de mí; lo que no soportaría es que se conforme con un amor mediocre, con un amor a medias, no soportaría que escoja un amor que le corte sus alas, que lo llene de tedio.


Sí, me enamoré como la más estúpida podría enamorarse, como cuando te dejas en segundo lugar, como cuando no importas, como cuando solo vives por él.

Me enamore, pero que más se puede hacer con esos ojos, con esa boca, qué más puedo hacer si amo sus años, todos y cada uno de ellos.


¿Cómo no amarlo estúpidamente? Si ustedes hubieran escuchado esa voz, esa sexy y tierna vos…, ¡carajos! como pueden no entender, yo no podía hacer otra cosa más que amarlo, no había otro camino…

Si alguna vez te ha escrito, si alguna vez lo has leído, si alguna vez te llamo, sabes de que hablo, como no amarlo, si tiene todo lo que cualquiera pudiera desear, solo tienen que saberlo… para amarlo.


Sí, siempre lo he amado de esta forma, así, perdidamente, apasionadamente, desmedidamente.

Sé que se preguntan si tiene defectos (no los he notado porque, no me importa), si tiene debilidades (seguramente sí, pero son suyas, y no tiene porque limitarse), que si no es bueno (ante mis ojos tiene la medida exacta, ante mis ojos no hay una sola cosa que le cambiaría), comprendan, yo solo sé que él es así como es y así es como lo amo.


viernes, 1 de junio de 2018

Hoy es luna llena


Hoy es luna llena,
Las vi volar
Hoy es luna llena,
Las escuche cantar

Hoy es luna llena,
A desempolvar los vestidos negros.
Hoy es luna llena,
Pude ver zapatos con hebillas y medias a rayas.
Hoy es luna llena,
El aire tiene un aroma particular… a magia, a hechizos.
Hoy es luna llena,
Vi un pico de terciopelo negro asomarse entre las copas de los árboles.
Hoy es luna llena,
Que se coloquen los calderos.
Que hoy es luna llena,
En el cielo vi danzar seis estrellas.
Hoy es luna llena,
No puede faltar la leña.
Hoy es luna llena,
Las escobas formadas están.
Hoy es luna llena,
Con sus labios de color carmín, las escuche conjurar.

Hoy es luna llena,
El llamado a las hermanas esta, las cita a las 12 será.
Hoy es luna llena,
Que el aquelarre comience.
Hoy es luna llena,
Que la mujer se presente con su distinguido traje, con su largo pelaje.
Hoy es luna llena,
¿Dónde están los sapos?
Hoy es luna llena,
¿Dónde están los gatos?
Hoy es luna llena,
Vengan hermanas, vengan, elevemos nuestra magia, por ella y por aquella. Echémosle una mano a quien necesite magia, a quien este falto de esperanza.
                                            
                                         
                               Hoy es luna llena,
La danza no espera.
Hoy es luna llena,
La magia no es una quimera.
Hoy es luna llena,
Cantémosle a la noche, celebremos la vida.
 Que hoy es luna llena,
Que los amantes se gocen.
Hoy es luna llena,
Que los amores se encuentren.
Hoy es luna llena,
Que los sueños se cumplan.
Hoy es luna llena,
A danzar, a danzar, a beber y comer, a danzar y embrujar que hoy es luna llena.