sábado, 24 de marzo de 2018

Ya basta



Basta de querer ser, cuando no se es.

Basta de querer amar, cuando no hay amor.

Basta de querer soñar, cuando se está despierto.

Basta de querer respirar, cuando se está muriendo...

Me canse, hoy estoy cansada de estar, de querer, de amar, de esperar…

Basta de gritar con los dedos,

Basta de querer amar donde no hay un corazón palpitando.

Basta de querer tocar el sol con los labios.

Basta de querer usar la luna de linterna, ¡qué no entiendes!, es de día, a nadie le hace falta la luz de la luna en pleno sol.

Ya basta, el corazón ya no soporta tanta indiferencia.

domingo, 18 de marzo de 2018

¿Qué sabes de amor?


¿Qué sabes tu de amor, si aún no has pisado la luna con los pies descalzos una noche de julio mientras cazabas mariposas?

¿Qué sabes tu de amor, si no has llorado por la sed de besar lo que aún no podés tocar?

¿Cómo puedes decir que amas, si a tu piel no le ha dolido la distancia?

¿Cómo te atreves a hablar de amor, si tus manos no se han entumido de ganas de acariciar otra piel en una helada mañana de enero?

Dime, ¿cómo se puede hablar de amor con las manos vacías de fe?

No me juzgues mal, no digo que tu amor, no valga, pero es más fácil amar lo que se conoce, lo que ya se sabe, lo que ya se ha visto.

Yo escribo sobre ese amor que ha sobrevivido al tiempo, a la muerte, al olvido, a la distancia, un amor que es a prueba de todo y de todos; por eso cuestiono las formas sencillas de amar, y me pregunto si es tonto o absurdo amar lo desconocido, sí, lo sé, tal vez ni yo lo tengo claro, pero lo siento, lo respiro, lo palpito y si, por si lo preguntas, también en la distancia la piel se humedece.

Dime tú, ¿qué sabes de amor, si no has tenido la oportunidad de amarlo a él?

Justo aquí...así,


Y ahí estaba, en mi camino otra vez y no pude hacer nada, quería correr, caminar al lado contrario, fingir que no lo conocía, ¿cómo si fuera tan fácil?, todo mi cuerpo se paralizó, no pude reaccionar; de pronto, un día, así como cosa de la vida, del destino o de un pasaje de avión, él me miro y me dijo "hola".

Y por eso estoy aquí, guardando todas las canciones de amor para ti y aunque no voltees a verme, sigo aquí, cantando los versos que me hablan de ti.

Aquí estoy...

Sí, aquí estoy, conteniendo todas las emociones que en cada latido me gritan tu nombre; es curioso, o mágico si quieres, pero desde aquel día que admití ante el mundo, lo que por ti siento, el cuerpo dejo de doler, ya no me escondo, deje de sufrir, elevó todos los días una plegaria por mi alma pecadora y así, sin culpa y con total convicción, te vuelvo a amar.

Sigo aquí... contando las horas, los minutos y el tiempo sin ti, y no me marcho, veo el desfile de flores que torturan mi corazón, pero no me marcho, tengo fe que al otro lado te veré..., tengo la certeza de que algún día, tus pasos serán los míos.

Sigo aquí, y no importa si estas o no, si me escuchas o no, si me lees o no, sigo aquí, porque este es el lugar donde mi amor vive, y sabes bien que es necio, sobrevive a la ventisca, se aferra a los suspiros y se enamora de ti cuando la luz verde se enciende, palpita y da bocanadas de aire indicándome que sigue vivo, afortunado él, tiene agallas, esta lleno de pasión, es persistente, SIEMPRE ha sido es más persistente que yo.

miércoles, 7 de marzo de 2018

Era usted.




No importa donde me esconda o lo mucho que corra lejos de ti, siempre encuentro un punto para volver, una frase, una palabra, un lugar, y hoy en esta tierra donde habitan mis raíces, la vida me arma un complot para volver a ti…

Creo en las vidas pasadas, en las energías, estoy segura de que fuimos, no sé si seremos… pero fuimos y muchas veces.

De no ser así, como puedo explicar el llevarte marcado en la piel... ¿cómo? sin habernos tocado, y la única respuesta que encuentro razonable es porque fuimos, ya antes, en algun tiempo… nos hicimos uno, más de mil veces… fuimos.

Sé que ya me reflejé en tus ojos, siempre que los miro me recuerdo ahí, clavada en tus pupilas, aún después de tantos amaneceres, en diferentes tierras sigo conservando tú tacto en mi piel, la boca me sabe a ti, mi lengua sigue degustando el mangar de tu profundidad.

Lo sé, esto no es normal, pero la piel no olvida, hay sabores que perduran al tiempo y usted aún me sabe en la piel del corazón, de la mente, del alma.

Aún le siento colgado de mis caderas, aún me recuerdo balanceándome sobre usted, con tus manos sobre mi pecho, no pudo ser un sueño o un engaño de la memoria, era usted, sé que era usted, por esa mirada de niño descubriendo un mundo, mi mundo...su mundo. 

Sé de buena fuente que era usted, cuando lo encontré en esta vida lo reconocí, sabía que debía llegar a usted, porque así estaba escrito, porque en usted está la vida… mi vida.

Por más de 27 lunas desconocí la razón de todo, y cobro sentido el día en que llegué a usted, ese día entendí el porqué de mi camino recorrido.

Justo hoy, en este lugar tan lejano, frente a esta desconocida que logro descifrar mis pasos, me di cuenta que nací de nuevo para encontrarme contigo, así, tan lejanos, tan distantes, tan diferentes.