sábado, 24 de septiembre de 2016

Una vez, o quizá mil.

Una vez más estoy escribiendo desde un lugar distinto, uno donde nunca imagine que estaría, pero bien dicen que hacer planes es hacer reír a Dios, porque segura estoy que sigue carcajeándose de mi…

Hace tanto que no escribo que me siento torpe, algo extraña me he acostumbrado en este tiempo a decirme las cosas en silencio, antes ocupaba los rincones y acompañada de mis letras le encontraba sentido a la vida, es entre mis letras donde todo ha surgido, donde he vivido, donde me he encontrado, en donde me he perdido, donde me he enamorado y la mejor parte es ahí donde me han amado; es por ello que este momento además de intimo es complicado, es muy difícil, es tan terrorífico que tengo miedo de que esta vez las piezas que de mí encuentre, no encajen.

Vengo de días complicados, de amaneceres de angustia, de piezas rotas, de momentos sin sentido, de oscuridad, sin embargo, heme aquí, completando el rompecabezas, armando las piezas, aún no alcanzó a entender si bien o a medias, pero lo estoy intentando…

Saben algo queridos lectores, tengo ese miedo de la primera vez que escribí, las preguntas comienzan a hacerse presentes ¿habrá alguien allá afuera al que le interese leerme, habrá alguien en este mundo que cada vez se aleja más de los momentos para vivir de dispositivos que se interese en lo que tengo que decir, en lo que estoy sintiendo o en lo que estoy imaginando? La vida avanza, nada se detiene, y tengo miedo de que el tiempo haya arrasado con mi imaginación. Seguramente algunos me esperaron, algunos se marcharon y honestamente espero que en algún momento vuelvan, y estoy muy deseosa de que nuevos se integren a esta charla entre letras.