lunes, 29 de octubre de 2012

Soy, aún soy.




Aún me gusta el café
Sigo creyendo que debería editar un libro, pero cuando abro los ojos, recuerdo que tal vez a nadie le interesaría.
Aún me enfadan muchas cosas, y creo que mis manías se han incrementado, no tolero el transporte público, odio caminar en los lugares de mucha concurrencia.
Aún me enamoran las tardes de lluvia.
Me gusta usar escote en las blusas.
Soy firme creyente de la fidelidad, aunque a veces a solas, creo que lo en realidad sucede, es que le temo a la infidelidad.
A veces cuando el ruido es insoportable solo quiero dormir…
Aún me gustan las mariposas, sigo coleccionando tazas aunque no haya agregado ninguna a mi colección en el último año y medio.
Me gusta el limón y jamás dejara de gustarme.
Los paseos largos ya no me hacen dormir tanto, y si bien añoro esos viajes por Lujan que jamás viví, estoy segura que algún día podre cantarle a la patria de la primavera, es un sueño que debo cumplir.
Cuando el presente me atemoriza, busco refugio en las cosas que no viví, lo sé, ahí solo vive el recuerdo de lo que no fue y no el presente que se vuelve frustrante por minutos.
Aún canto cuando me siento triste y si, también lo hago cuando estoy feliz.
Estoy aprendiendo a resignarme a disgusto, y es que dicen por ahí que también aprendí a presionar.
Quiero aprender a ser indiferente.
No me resigno a creer que la vida no es justa y es justo por  eso que creo que cada quien tiene lo que se merece o lo que busca…
Me he vuelto criticona de las vidas ajenas, seguramente es mi forma de gritarme las verdades a la cara sin ponerles mi nombre.
Valoro cada pieza de mi colección de tazas, y soy muy celosa de los regalos personales, por desgracia, les dejo de dar importancia cuando sé que no son valorados como deberían…
Quiero que mi primer hijo lleve de primer apellido “Romero”, ¿alguien se ofrece a tal disparate?
Extraño subir al Ajusco los fines de semana, siempre me hizo feliz estar con quien desde niña considero mi persona favorita, extraño imaginar historias mientras veía pasar la vida en aquel pueblo de miradas desenfadadas.
Desde hace varios meses quiero un elote con mucho chile.
Quiero despertar con amaneceres de olor a chocolate y amores de fondo.
Se me ha metido en la cabeza comprarme un babydoll, no sé si lo use, pero quiero uno, tal vez algún día me atreva.
Me he vuelto poco paciente a los errores ajenos, pero si ya lo advertiste… ¿qué caso tiene darle vueltas al mismo asunto?
Me preocupa no ser feliz, porque a falta de esta, el aburrimiento se cuela entre la ropa.
Dejar a una lado mis sueños por los sueños y necesidades ajenas es algo que no vuelvo a hacer, por más delicioso que sepa un beso.
Aprendí que el punto no está ni en aprender de tus errores, ni en entenderlos, el punto es “dejar de cometerlos”.
Reafirmo que no me gusta ni el queso, ni la crema, ni nada de esas cosas, también descubrí que la leche comienza a dañarme.
La comida sin picante no es comida, en mi paladar se vuelve como comida de bebe.
Valoro tanto el silencio y la tranquilidad como las estrellas que veía en las noches  de vacaciones en hidalgo cuando era niña.
A pesar de que mi reloj biológico me dice que es momento de ser mamá, mi mente y el sentido común me dicen que no, que no es opción.
Creo que el amor que se plasma en un acta ante un juez de lo civil no es para mí, creo que el día que no quiera estar simplemente me iré, no veo necesario pagar  más de lo que cuesta un mi boleto de avión hacia algún sueño.
Me gusta el sentido de pertenencia, es útil cuando se trata de defender lo que mi trabajo me costó ganar.
Amo poder escribir lo que en realidad siento, la gente encuentra fascinantes las historias ficticias, pero creo que  a veces es más difícil escribir en primera persona.
No me conformo con menos… puedo resistir, pero jamás me conformare, así no soy yo.
Cuando me siento ajena a algún sitio jamás desempaco, y es que, jamás sabemos cuándo será el momento de partir.
Sigo respetando al tiempo como el recurso personal no renovable más preciado, es verdad que el tiempo es eterno, pero la eternidad no viene en bolsitas de a litro.
No creo en las lágrimas de salida fácil, ¿rompes el plato y lloras porque hiciste ruido?
La lealtad no es una elección entre mis hermanas, más bien es como un líquido que corre entre las venas, es muy parecida a la sangre, pero no es del mismo color.
Puedo amar hasta la luna, pero no por eso soy una lunática.
Creo que vivir es de todos los días y que sobrevivir a la larga es de perdedores.

Saludos amigos! Nos leemos la próxima!!!!

martes, 23 de octubre de 2012

Mienteme




Miente para variar, eso es lo que hace todo mundo…
Mentir, inventar, ocultar, fingir, de eso también se componen las relaciones, “te digo la verdad a medias, porque completa te devastaría”…
Finjo que no entro a tu facebook, pero lo hago cada vez que siento una opresión en el pecho -te dije que sería difícil-, no me justifico argumentando una advertencia, sé que está mal, como mal está el que coquetees con cuanta mujer se te ofrece (no aprendiste nada la primera vez).
Sabía que lo sabias, pero hasta hoy me pregunte porque no me has reclamado.
Estas horas han estado llenas de teorías, algunas brillantes, otras fantasiosas, en fin… son solo teorías, pues la única verdad la tienes tú.
Pensé que esa era tu forma de mantenerme “a raya” ya sabes, te espió mientras me espías –es loco, pero suele suceder…-; también pensé que así era bueno, mentirnos y fingir que no pasaba nada, yo no diría lo que vi y tú no dirías que lo sabes, la comodidad ante todo… pero, podemos vivir a base de desconfianza y mentiras?
Si queridos lectores, lo piensan bien, esta, es una historia ficticia, una historia que podría o no ser real, seguramente saben de alguien a quien le paso, el amigo de un amigo, o algo así; el caso es que el día de hoy que tengo la sensibilidad a flor de piel (tengo algunos días así), tal vez sea porque poco a poco me he quitado una venda de los ojos que no me permitía escribir, si, poco a poco vuelvo a ser yo.
Mirar al mundo a través de mis ojos es mi finalidad, convertir el sentimiento más complejo en una frase que pueden o no poner en su muro de Facebook, o en el mejor de los casos en su mente, si justo ahí donde las buenas frases encuentran cobijo.  
Mujeres y hombres del mundo, un consejo:
“En una relación hay que darlo todo, si resulta, no busquen un final feliz y si no resulta, pues sigan contando historias, enamórense todas las veces que puedan, tarde o temprano el mundo será, como debe ser.”
Nos leemos la próxima!
Feliz tarde de octubre.

martes, 16 de octubre de 2012

5 de octubre






Puedo aprender a comer limón, a dejar el café sin azúcar, puedo comer crema -con mucha salsa para disfrazar el sabor, puedo dejar de ser, para aprender,  pero ojo! no para ser como los demás quieren que sea, aunque si algo tengo es que soy tolerante hasta el punto de la devastación.
Tenía mucho miedo de sentarme a escribir,  siempre que lo hago termino descubriendo algo, que si bien me ayuda a estar mejor, no siempre son buenas noticias, aun así aquí estoy con lo que fui, con lo que soy, con lo hice y con todo lo que quisiera hacer; tengo miedo de que la verdad salga a la luz y me explote en la cara, tengo miedo de volverme consciente y de decir adiós…
Las telenovelas por años (supongo que más de 30) nos vendieron la idea de que los hombres eran hermosos y elegantes simios que se dejaban manipular por sus madres o por las zorras que se les metían entre las sabanas; pasaban más de cuatro meses victimizando a la protagonista que durante toda la telenovela se la vivía llorando, la subían a un pedestal y poco faltaba para que la compararan con la virgen.
Pasaron los años y las series de televisión nos mostraban a hombres divertidos, arrogantes, guapos, enamoradizos; por otra parte las mujeres se volvieron rubias voluptuosas o mujeres de piel blanca pero sin chiste, eso sí llenas de comicidad, mujeres que amaban los chocolates, que tenían que verse como tontas y meterse en líos, mujeres que al inicio eran mal vestidas algo que se convirtió en trillado ya que después de algunas temporadas se convertían en modelos de belleza.
Los libros -por lo menos los que me llamaron la atención en mis años mozos- nos hablaban de mujeres y sus temores a vivir, a sentir, era sobre hombres que no las comprendían, sujetos fríos, algunas veces crueles e insufribles; la búsqueda por parte de ellas de su identidad, el dejar de ser del montón, para convertirse en mujeres auténticas; la liberación previa a romper las cadenas del conformismo para así dar paso (no sé si para bien) a convertirse en una cabrona bien hecha, después de todo “los hombres las prefieren cabronas”, o no?
En la vida real, bueno aún no tendría algo definido, en casa me enseñaron a ser una buena ama de casa, se cocinar -fui buena observadora- se hacer el aseo -detesto el desorden-, se lavar -porque siempre he odiado como lo hacía mamá-, en cuanto a esa “sobre protección” que le hago a quienes amo, esa, esa creo que  es más una condición personal mezclada con un poco de herencia materna; me enviaron al colegio para que no me conformara con menos o para que siendo mayor me buscara mi propia suerte; llegue hasta la universidad -a la mejor- por convicción y porque por lo menos hasta el día de hoy mis ganas por saber no han sido satisfechas.
Sobre ellos, bueno, sobre ellos no me hablaron mucho, mi padre me aconsejo llegar virgen al matrimonio y lo único que podría decirle ahora seria “lo siento papá, pero no se trataba de “querer llegar”, en mi cabeza siempre tuve la idea de hacerlo con la persona correcta, siempre supe que lo haría con la persona que hiciera que la vida supiera mejor”; mi madre se la paso hablando mal de papá, si optara por esa idea, seguramente no me agradarían los hombres, les mantendría cierto grado de rencor, por fortuna entendí que cada quien habla como le va en la feria; como pueden ver no tuve una buena guía para esto de los hombres y las relaciones.
 De la gente que me rodea entendí que el amor existe, que es real, que tarda en llegar, pero que llega, que no se trata de buscar sino de dejarse encontrar; que el hombre ideal existe y que es así en la medida de lo que deseamos tener a nuestro lado, en la medida en que se lo hacemos saber, el hecho es que nadie lee la mente -bueno, casi nadie- una buena relación se forma, se pule, se cuida, de ningún modo  surge perfecta, aquí no existe generación espontánea, no hay nada más estúpido -por lo menos para mí- que decir te amo después de tres horas de haber “conocido” a alguien, no hay nada más extraño que decir que conoces a alguien después de convivir 10 años con alguien en particular, somos seres cambiantes que jamás dejamos de crecer, de aprender, es por eso que creo que nunca terminas de conocer a quienes te rodean.
Caminamos por la vida, recibiendo información, tomamos y compartimos la ideas que tenemos  de cómo vemos la vida, nos creamos  una percepción de cómo es o como seria amara alguien ; creemos saber cómo debemos amar y a quien, pero en realidad no tenemos ninguna idea firme, vivimos pensando si hemos tomado la decisión más correcta y nos atormentamos de que no sea así; enamorarnos del encantador, del complicado, del patán, del arrogante, del inseguro, del ingenuo, del galán, del inteligente, del tierno, enamorar al indiferente y hacerlo un algodón de azúcar se vuelve  nuestra misión imposible…
Cada libro, cada historia real o ficticia tiene su propio príncipe o verdugo, pero el hecho es que debemos buscar al que o a la que nos haga felices, elegir a quien se esfuerce por ver una sonrisa en nuestros labios, a quien sea capaz de luchar en nuestro nombre, alguien a quien le puedas confiar tu secreto más escondido, entendiendo que a esa persona no le tienes secretos.
Alguien que ame amanecer, desayunar, comer y cenar con nosotros, alguien que tenga mirada de luna y olor a cielo, que sea de sentimientos con textura de nueve, pero que a la par sea tan fuerte como un roble, un humano tan humano, que de repente quiera dejar de serlo, para llevarte a lo más profundo del paraíso; alguien que sepa de nuestros defectos y de nuestras debilidades, así las sorpresas vendrán en las fechas importantes y no serán por descubrir alguna que otra manía.
Si me preguntan a mí, yo creo que es difícil, pero no imposible, allá afuera hay alguien que en el fondo buscando lo mismo que nosotras, el punto es estar en lugar correcto en el momento indicado, quitarnos los lastres del pasado, romper con los miedos propios y porque no, con los ajenos, caminar, dejarnos encontrar y vivir, ser felices y tatuarnos en la mente que esa es nuestra única obligación.
El amor siempre será difícil, sabemos que enamorarte es cosa fácil, amar es algo  complicado, a algunos de nosotros nos cuesta compartir nuestra individualidad, pero no es imposible hacerlo; ser fiel no es una opción, escuchar es lo más recomendable y hablar en definitiva es imprescindible y claro el tiempo, es sin duda alguna FUNDAMENTAL.
El chiste es conocer, seguir conociendo y jamás dejar de hacerlo, quedarte si eres feliz o irte si la felicidad se volvió costumbre o necesidad.
Les dejo que esta última idea, a ponerla en práctica, a ser felices…
Nos leemos la próxima, besos!

lunes, 15 de octubre de 2012

Volviendo a escribir





Indudablemente todos en algún punto de la vida nos atrapamos de alguna novela o historia ficticia, alguna noticia, un cuento, alguna serie de T.V., en fin, podemos soñar, idealizar, esperar que el cuento de hadas se vuelva realidad…

Hace unos días descubrí una de mis telenovelas favoritas “café con aroma de mujer” la vi la primera vez que la pasaron en México, y para ser honesta esa fue la primera historia que me atrapo no solo el interés sino el corazón, ya saben, la ilusión de ese amor fiel, puro, lleno de intrigas, que al final y después de librar todos los obstáculos el amor triunfa.

Bueno eso por lo menos a grandes rasgos, pero que hay de la historia, del comienzo, un amor que nace de una promesa, de una fecha de encuentro, de un octubre que jamás llego, por lo menos no como se planeaba; si esa en la historia era una gran idea, pero que pasa cuando traspasa la pantalla y se vuelve parte de nuestra historia de vida, y no porque se pretendiera, todo lo contrario, una sucia treta del destino lleva a prometer un enero que jamás llego, una promesa de amor que era “por siempre”.

Algo que tengo que dejar en claro antes de seguir escribiendo por respeto a mi amor presente es que no anhelo, ni añoro, no deseo y mucho menos extraño ese amor pasado, pero es inevitable que al revivir esta historia, no me vengan recuerdos a la cabeza, recuerdos que conforme desfilan en mi mente son analizados, son desmenuzados para su análisis, si, y la pregunta es ¿acaso vivimos buscando nuestro cuento rosa?, ¿acaso todos vivimos pensando en escribir y  así pasar a la historia construyéndonos un cuento de hadas?

Y de ser así, ¿por qué no nos volvemos como los protagonistas?, ¿por qué no buscamos un empleo dudoso para ir a Inglaterra?, ¿por qué no vendemos todo cuanto poseemos y nos inventamos un plan en bicicleta para llegar a Lujan?

¿Por qué nos quedamos con la idea de que todo tiene que suceder porque si?, es como si tontamente esperáramos que “el escritor” de nuestra historia, por si solo nos fuera a dar la pauta para seguir el camino correcto, esperamos ordenes, pistas, señales que nos guíen en la búsqueda del ser amado, deseamos que alguien nos diga cómo hacer las cosas.

No sé si por cobardía a nuestras propias decisiones o por miedo a que el sueño que perseguimos se convierta en pesadilla antes de tocar la luna, es que esperamos ser guiados, tenemos atravesar montañas, de pronto el cruzar un océano nos es imposible, subir a un avión y gritar “te necesito” en tierra extraña.

Imaginar, anhelar, desear vivir un amor épico que deje huella en el mundo no es sinónimo de sufrir, de temer, de dejar ir, para nada se compara al martirio de un amor que se niega a ver la luz del día, quien te diga que para amar se tiene que padecer, seguro no sabe nada del amor.

Amor es vivir, sentir, ser feliz, aprender, tropezarte y levantarte en segundos, comprender y reír; idealizar es subir a un pedestal a un mortal, tan mortal que puede morir en cualquier momento.

Es bueno apasionarnos por historias, es bueno imaginar ser las protagonistas de alguna novela, después de todo soñar no cuesta nada, pero lo que no podemos darnos el lujo de permitir, es que te conviertan en la víctima de una novela de misterio.

Bueno queridos lectores, después de una larga ausencia ya me siento lista para volver a escribir, espero que disfruten de esta entrada, tanto o más como yo disfrute hacerla, les dejo besos y muchos agradecimientos por seguir visitando este su espacio.

Recuerden “enamórense todas las veces que puedan y si es de la misma persona, pues mucho mejor”.

Besos, nos leemos la próxima!!!!


miércoles, 25 de julio de 2012

25 de mayo 2012


Nunca me he quedado sola en una casa ajena y la verdad jamás crei que algo asi me ocurriría.

Hoy es 25 de mayo, si un 25 mas, ya han pasado once meses desde la primera vez que escribí sobre este número en particular y desde entonces mi vida ha cambiado, para bien, siempre creciendo, siempre aprendiendo, comprendiendo (a veces),  escuchando, queriendo, tocando, observando, hablando y sobre todo amando...

Ayer fue jueves (24 de mayo) y todo indicaba que no lo vería sino hasta la próxima semana, pero al día siguiente era nuestro aniversario, el trabajo y las nuevas responsabilidades de ambos harían que nos encontráramos hasta ocho días después, pensé mucho en las posibilidades y si a él le haría feliz una sorpresa inesperada.

De la nada, tome mi bolso, metí mi pijama rosa, empaque mi perfume, algo de maquillaje y mis cómodos zapatos rosas, tome mi suéter y me despedí, salí de casa y en el camino justo en los andenes del metro le marque al celular, le pregunte donde estaba y por fortuna estaba en el lugar indicado, le mentí, le dije que le había enviado algo con una de mis hermanas, le pedí que la esperara frente al vips de chabacano, recuerdo que casi caigo en la mentira (lo cual prueba que no sé mentir jeje) pero desvié muy bien su atención, colgué y espere que el metro avanzara.

No sé si fue así, pero sentí que tarde en llegar una eternidad, pese a ello aproveche el tiempo para pensar que le diría, como lo sorprendería, ya saben “de espaldas tapándole los ojos y susurrándole al oído...”, pero bueno, no fue así, jamás sale como lo planeo, sin duda es más divertido, al llegar cruce la avenida y para quedar frente a él, le envié un mensaje previo que decía “si te cruzas a la comer, te compro un jugoJ” , camine unos pasos y el alzo la vista, tenía una cara de sorpresa que jamás había visto, me gusto mucho, así que tal vez lo sorprenda de nuevo (aunque  les confieso que ya han pasado dos meses y aún no lo hago y no porque no quiera, porque de hecho hoy sería un muy buen día, pero por causas ajenas a nosotros por ahora es algo muy difícil).

Enrique cruzo la calle, camino hacia mí, me abrazo, me beso, no podía hablar (si, se sorprendió mucho) así que nos tomamos de la mano y fuimos por un jugo y cereal para cenar.

Mientras caminábamos, él me contaba lo sorprendido que estaba, le dio mucho gusto mi sorpresa, -aquí entre nos, les contare un secreto, a mi me dio mucho mas gusto ver su reacción-.

Pasamos la tarde juntos, abrazados, tomados de la mano, el recargado sobre mi pecho, sentados uno al lado del otro y a media hora de que llegara el 25 no podía aguantar a enseñarle el regalo que muy amablemente mi hermana Perla (voldemoradesatou) me hizo el favor de hacer.

Si estaba muy ansiosa y antes de mostrárselo le pregunte lo que le pregunto cada 25, ¿Cómo te sientes?, ¿Qué piensas de estos meses? Y sólo me falto una pregunta que por lo menos siendo las 8:22 am, aun no le hago... ¿eres feliz?, la anoto por si se me olvida, mas tarde cuando yo esté en casa y el haya llegado del trabajo se la hare.

Tengo una regla importante en esta relación y es que cada mes puedes decir todo lo que no te agrado, así como amigos, sin esperar reproches ni nada, total el fin es crecer como pareja, creo que es un gran ejercicio, porque si en el camino te quedaste con cosas, llega un momento en el que puedes sacarlo todo, sin que se detone una bomba.

Esta mañana de 25 de mayo no ha sido tan común, nos levantamos temprano, sobre todo él, tenía que ducharse para ir a trabajar, y yo, yo me quedaría en su casa hasta que pasaran por mí, no sé  muy bien porque no me voy sola a casa, pero si sé que en el fondo tengo la esperanza de que pasen tarde por mi y así pueda verlo de regreso del trabajo para poder abrazarlo de nuevo y darle las gracias una vez más por todo este tiempo a su lado.

Tengo una extraña sensación, antes de que se fuera no pude evitar llorar, no sé por qué y ahora mientras escribo, se me hace un nudo en mi garganta y quisiera llorar, no entiendo muy bien porque, solo sé que quiero hacerlo, pero voy a contenerme, no es el momento (estaba mi suegro desayunando frente a mí y no sería muy lindo que me viera llorar al escribir).

Todo lo que ha sucedió este día esta fuera de lo común, estoy en casa con mi suegro, sé que no soy del todo de su agrado, sin embargo he dado grandes pasos, pero no los suficientes, sé que me falta mucho camino, y no será fácil, pero lo entiendo muy bien, él quería algo realmente espectacular para su hijo y yo solo soy extremadamente extraordinaria (jajaja, ok, exagere un poquito), en realidad yo solo soy una mujer que ama a su hijo y que lo considera como el más grande tesoro que jamás pensó encontrar, no soy el ideal de nuera, tal vez ni yo misma desearía tener a alguien como yo como novia de un hijo mío, pero si algo he aprendido en esta vida, es que el amor esta en el lugar menos esperado, y que muchas veces  por ser tan sorprendente, es el que se queda por un largo tiempo, sí, están en lo correcto, estoy pensando en un “para siempre”.

Ya tenía mucho tiempo que no escribía en una hoja de papel, se siente muy raro, puedo tocar mis letras, puedo sentirlas de forma diferente, no son más sinceras, son iguales a las digitales, la única diferencia es el tacto.

25 DE JULIO

Esto fue lo que ocurrió hace dos meses y bueno, hoy ha sido un día de mucha inspiración y melancolía, lo extraño y sería muy lindo verlo hoy, hace muchos meses que pasamos juntos los días 25, pero bueno, no siempre se puede tener todo, sin embargo, desde que le doy las gracias por un mes, caótico, romántico, espectacular, divertido y sobre todo único y muy original.

Gracias Amor!

Yo me despido, les mando besos, bendiciones y agradecimientos, nos leemos la próxima!!

El amor es cosa aparte...


Pensar en una vida sin amor, es algo que por lo menos ya no deambula por mi cabeza, porque conocí y vivo lo que es un gran amor, no sé si será eterno o durara un para siempre largo, lo que si sé es que lo vivo y con eso, por lo menos al día de hoy me siento satisfecha.

Pero qué hay de las historias que no están siendo contadas, de cuando te encuentras entre un gran amor pasado (el que juraste era el amor de tu vida) y el amor presente, el que te enseña nuevas cosas, el que te lleva por un paraíso que jamás imaginaste vivir;  que hay de las historias que no se terminaron de contar y de las que apenas se están escribiendo.

Puedes mirar al pasado que no se olvido e intentar aferrarte a él, pero ¿si no funciono una vez, que posibilidad cabe de que esta vez sí funcione?

Estoy platicando con una persona que tiene una situación similar, un amor que no termino como debieran terminar los grandes amores “felices por siempre”, ellos se separaron, pero hace poco se volvieron a ver y mientras la escucho,  me viene recuerdos a la cabeza,  si ese viejo tango se hubiera decidido quedar cuando regreso la ultima vez, y si hubiera yo cometido el error de dejarlo entrar una vez más, con la única diferencia de que en esta ocasión hubiera puesto en riesgo ese buen amor que llego a mí y con quien ya llevo más de un año de relación.

¿Que sería de mi, si hubiera bailado ese tango... otra vez?

Y todo esto me viene a la cabeza porque intento darle el mejor consejo, la mejor guía, obviamente no soy la doctora corazón, sólo soy una mujer que está aprendiendo a amar y que admira a aquellos que logran sentir un amor real, el del tacto, de las miradas, el de la piel, el del tiempo y sobre todo el de la mente y el corazón; ya saben que odio los amores improvisados, los que nacen de un acostón o de una red social, me asquean las mujeres y los hombres que dicen te amo sin ningún recato o sentimiento.

Me encantan los amores que sobreviven al tiempo, esos que en la siguiente vida recuerdas y que sigues luchando para que en un tiempo distinto, el final feliz ocurra, sin embargo no puedo evitar pensar, que con cada nueva vida, es un nuevo comienzo, y siendo así, porque cargamos con los amores del pasado, es decir, y si lo repito, si no funcionaron una vez, porque esperar que funcionen en la segunda vuelta.

Viejos amores que inundan los días por venir, son una mala decisión, ¿si eres feliz en el presente, para que escarbar en las faldas del pasado? 

Dudo mucho que yo haría algo así, con los amores que le siguieron a ese tango, no lo dudo, hubiera sucedido, apenas él me hubiera tronado los dedos o tocado a la puerta, yo no lo hubiera dudado, lo sé porque rogué a la vida por ello, sin embargo no sucedió, él no me busco en ese tiempo, tal vez por eso lo hizo con este amor, porque sabía que era importante, tanto que entendió que es mucho más importante de lo que él lo fue alguna vez. 

Sé que tentaciones abra muchas y seguramente vendrán en diferentes empaques, algunos serán del pasado, algunos más serán futuros,  vendrán muy hermosos y llenos de sorpresas, pero la cuestión real es, ¿acaso vale la pena correr el riesgo de perder tu felicidad?

Una "aventura" en un hotel, incluso si sólo es para recordar viejos tiempos no debe ser tomada a la ligera, en algo así nos jugamos mucho más que la confianza (que en una relación, es todo) nos jugamos la confusión, la duda y la fidelidad a nuestros sentimientos; el engaño, ese no lo menciono, ese es personal, después de todo, ¿se pueden besar unos labios, pensando en la piel de otro?

Si, lo sé son muchas interrogantes, y es que no tengo una respuesta concreta, por más que lo pienso, sólo tengo más dudas, sólo se me surgen más preguntas, no tengo respuestas, no sé como orientarla, no sé qué decirle que la saque de su confusión; es por ello que me atreví a escribir este post, guardo su confidencialidad, como la de las demás personas que apresen en este blog, excepto claro de aquellas que si quieran ser mencionadas, y lo hago porque sé que aquí habrá alguien que exprese su opinión, y eso puede ayudarme a darle un consejo que le sirva para saber qué camino tomar.

Creo que seguiré pensando en cómo ayudarla, mientras tanto, les sigo agradeciendo que sigan imaginándome, besoos!

Nos leemos la próxima!! Saludos.

lunes, 23 de julio de 2012

Compartiendo algunos recuerdos...

Me enseño a trabajar con madera.








lunes, 16 de julio de 2012

¿Alguna vez renegaron de su futuro?


Alguna vez se preguntaron, si lo que tenían era todo lo que debían de esperar de la vida?

Alguna vez han sentido  esa sensación de que faltan las mejores cosas por vivir?

Alguna vez después de tantas preguntas, se han encontrado delante de la posibilidad de vivir realmente su propia historia de amor?

El me dijo vivamos juntos y yo aún no sé qué decisión tomar...

Sé que la historia o el último capitulo que escribí trataba del adiós, de decir “buena suerte, seamos amigos” sin embargo él no se resigno (no es que sea mala opción) a ser simplemente amigos.

Llego a mí en un día de lluvia y en una noche algo extraña y poco común (aunque en esta relación nada es ordinario) en donde las lagrimas, la furia, la melancolía, la tristeza y el sexo se acostaron a dormir hasta las 3 am del sábado siguiente, un dia duro en el que no me permití caer, una tarde difícil y sin duda una noche con sabor a  “no me olvides” marcaron el camino de este par de amantes que se despedían esperando verse al día siguiente por la mañana.

Así es, él me escucho, escucho todo lo que yo sentía, mis razones (validas, cada una de ellas) para terminar definitivamente con esa historia, me desgarre en llanto, en furia disfrazada de serenidad, me envolví en un adiós con sabanas blancas, hice todo lo que me fue posible, porque él me dijera adiós, y salí de esa habitación con un plazo que duro, lo que dura una luna de lunes en un martes de abril.

 Un parpadeo más tarde, estaba frente a mi casa con unos mariachis cantando para mí, con flores entre los brazos y un licor de café en su mochila.

Los mariachis cantaron y no sabía qué hacer, quería abrazarlo y decirle “vamos ya termino la tormenta, bésame y sujeta mis manos o volare”; sólo pude estirarle mi mano para que  se acercara a mi, en ese momento no recuerdo si lo bese o sólo lo abrase, tenia tantos sentimientos danzando en la acera que no recuerdo que hice primero.

La música continuo y lo bese, y lo abrase y no fue el verlo ahí tan elegante, tan guapo, tan vulnerable, o tan enamorado lo que me hizo retroceder en mi decisión, no, no fue nada de eso, lo que influyo en mi fue el haber entendido que todos somos seres humanos y que a veces actuamos sin pensar en las consecuencias, actuamos según las circunstancias y eso a veces nos confunde o nos hace ver las cosas más grandes de lo que son (si, lo digo por ti y también por mi); sé que no estoy exenta de caer en tentaciones, al igual que él, estoy consciente  de pueden existir los “gustos culposos” o flirteos involuntarios (nuestra naturaleza hablando a través de nuestro cuerpo), no estamos blindados ante las miradas insinuantes, sé que no soy una santa y en definitiva no me enamore de uno; sin embargo, si de algo estoy segura es que sólo serán eso, personas que llamaran nuestra atención, como un par de zapatos, unos aretes, una chaqueta o un reloj, son personas que pasaran de largo en nuestras vidas,  y lo sé porque la permanencia esta en nuestros corazones (o por lo menos eso quiero creer... si, aún tengo fé).

Lo que nos sucedió (como pareja y a nivel individual) no fue nada grave, nada que no pudiera ser superado, nos costara trabajo, sobre todo a mí, estoy luchado contra mí y la batalla la voy ganando, después de todo se trata de aprender y no de aferrarse, se trata de avanzar, en resumidas cuentas, es sobre el amor, el propio y el que he llegado a sentir por Enrique.

Sé que apenas es el inicio, pueden suceder más cosas, similares o diferentes y creo  que entendí que la clave está en la madurez con la que se toman las cosas, y no en los hechos en sí.

El paso siguiente es la propuesta, vivir juntos??... jamás me imagine estar a un mes o tal vez menos de decir, “si, acepto”, es complicado, soy complicada, temperamental y este  será un espacio que tendré que compartir, es algo que debo meditar, porque es mejor tomar decisiones inteligentes y no dejarse llevar por arrebatos amorosos (no es que sean malos, pero comenzar una vida en  común con esos como base, no es una buena idea); necesito pensar muy bien si es algo que es momento de hacer o si es mejor esperar.

Románticamente hablando quiero hacerlo, pero a la hora de procesar la información en mi cerebro se enciende una alerta monumental y es aquí donde las neuronas se ponen en junta extraordinaria y es fecha que aun no dictan el fallo.

Mientras sigo pensando en qué decisión tomar, les dejo un enorme abrazo, y mi más sincero agradecimiento por seguirme leyendo. Recuerden enamórense todas las veces que puedan!!

Nos leemos la próxima.