Pensar en una vida sin amor,
es algo que por lo menos ya no deambula por mi cabeza, porque conocí y vivo lo
que es un gran amor, no sé si será eterno o durara un para siempre largo, lo
que si sé es que lo vivo y con eso, por lo menos al día de hoy me siento
satisfecha.
Pero qué hay de las
historias que no están siendo contadas, de cuando te encuentras entre un gran
amor pasado (el que juraste era el amor de tu vida) y el amor presente, el que
te enseña nuevas cosas, el que te lleva por un paraíso que jamás imaginaste
vivir; que hay de las historias que no
se terminaron de contar y de las que apenas se están escribiendo.
Puedes mirar al pasado que
no se olvido e intentar aferrarte a él, pero ¿si no funciono una vez, que
posibilidad cabe de que esta vez sí funcione?
Estoy platicando con una
persona que tiene una situación similar, un amor que no termino como debieran
terminar los grandes amores “felices por siempre”, ellos se separaron, pero
hace poco se volvieron a ver y mientras la escucho, me viene recuerdos a la cabeza, si ese viejo tango se hubiera decidido quedar
cuando regreso la ultima vez, y si hubiera yo cometido el error de dejarlo
entrar una vez más, con la única diferencia de que en esta ocasión hubiera
puesto en riesgo ese buen amor que llego a mí y con quien ya llevo más de un
año de relación.
¿Que sería de mi, si
hubiera bailado ese tango... otra vez?
Y todo esto me viene a la
cabeza porque intento darle el mejor consejo, la mejor guía, obviamente no soy
la doctora corazón, sólo soy una mujer que está aprendiendo a amar y que admira
a aquellos que logran sentir un amor real, el del tacto, de las miradas, el de
la piel, el del tiempo y sobre todo el de la mente y el corazón; ya saben que
odio los amores improvisados, los que nacen de un acostón o de una red social,
me asquean las mujeres y los hombres que dicen te amo sin ningún recato o
sentimiento.
Me encantan los amores que
sobreviven al tiempo, esos que en la siguiente vida recuerdas y que sigues
luchando para que en un tiempo distinto, el final feliz ocurra, sin embargo no
puedo evitar pensar, que con cada nueva vida, es un nuevo comienzo, y siendo así,
porque cargamos con los amores del pasado, es decir, y si lo repito, si no
funcionaron una vez, porque esperar que funcionen en la segunda vuelta.
Viejos amores que inundan
los días por venir, son una mala decisión, ¿si eres feliz en el presente, para
que escarbar en las faldas del pasado?
Dudo mucho que yo haría algo
así, con los amores que le siguieron a ese tango, no lo dudo, hubiera sucedido,
apenas él me hubiera tronado los dedos o tocado a la puerta, yo no lo hubiera
dudado, lo sé porque rogué a la vida por ello, sin embargo no sucedió, él no me
busco en ese tiempo, tal vez por eso lo hizo con este amor, porque sabía que
era importante, tanto que entendió que es mucho más importante de lo que él lo
fue alguna vez.
Sé que tentaciones abra
muchas y seguramente vendrán en diferentes empaques, algunos serán del pasado,
algunos más serán futuros, vendrán muy
hermosos y llenos de sorpresas, pero la cuestión real es, ¿acaso vale la pena
correr el riesgo de perder tu felicidad?
Una "aventura" en un hotel,
incluso si sólo es para recordar viejos tiempos no debe ser tomada a la ligera,
en algo así nos jugamos mucho más que la confianza (que en una relación, es
todo) nos jugamos la confusión, la duda y la fidelidad a nuestros sentimientos;
el engaño, ese no lo menciono, ese es personal, después de todo, ¿se pueden
besar unos labios, pensando en la piel de otro?
Si, lo sé son muchas
interrogantes, y es que no tengo una respuesta concreta, por más que lo pienso,
sólo tengo más dudas, sólo se me surgen más preguntas, no tengo respuestas, no
sé como orientarla, no sé qué decirle que la saque de su confusión; es por ello
que me atreví a escribir este post, guardo su confidencialidad, como la de las demás
personas que apresen en este blog, excepto claro de aquellas que si quieran ser
mencionadas, y lo hago porque sé que aquí habrá alguien que exprese su opinión,
y eso puede ayudarme a darle un consejo que le sirva para saber qué camino
tomar.
Creo que seguiré pensando
en cómo ayudarla, mientras tanto, les sigo agradeciendo que sigan imaginándome,
besoos!
Nos leemos la próxima!! Saludos.
Interesante post, me gustó donde dices si vale la pena correr el riesgo de perder la felicidad, yo creo que no... porque a veces son solo cosas pasajeras y luego dejas algo bonito y sólido por ir a buscar otras cosas que luego ni duran y solo dejan decepciones
ResponderEliminarSaludines
Es verdad, lo mismo pienso, saludos avecita y gracias por comentar.
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