domingo, 15 de abril de 2012

¿Saber o no saber?

Hola queridos lectores!

Después de muchísimos días de ausencia hoy por fin tengo algunos minutos para mi sola, y puedo sentarme a escribir, por fortuna las inspiración (creo yo) esta de mi lado, así que creo que este viaje por esta entrada será de satisfacción garantizada.

No crean que la razón de mi ausencia es por falta de tiempo o de falta de ganas de escribir, todo lo contrario, mis manos extrañan tanto que escriba como mis piernas... me gusta sentarme a la orilla de mi cama con los pies subidos en una silla, la lap frente a mí, sobre una tabla de madera (para que no se caliente jeje) y entre mis piernas y este divino aparato, una almohada, me gusta sentarme y dejar que los minutos pasen y que mi vida transcurra entre las letras de este blog.

Me acabo de dar cuenta que solo han pasado 13 días desde el ultimo post, pero la verdad este mes o mejor dicho lo que va de este mes, se me ha hecho eterno, me he vivido contando los días y esperando tener el valor, para saber que me depara el futuro.

Sí, creo saber lo que piensan: “porque no arriesgarse y saber de una”, “porque espera, que no es mejor saber a no saber” y si no estuviera en mis zapatos pensaría lo mismo que ustedes.

Pero por un momento dejen sus cómodos zapatos y piensen en las posibilidades, hacer o no hacer, sentir o no sentir, vivir o sobrevivir.

¿Cómo saber que lo que dices y haces es lo que realmente quieres? 

Es difícil, y curiosamente tengo una amiga que se pregunta lo mismo, claro en una historia distinta, con situaciones diferentes, pero con los mismos cuestionamientos. 

Les cuento, ella  cree que podría estar embarazada, pero se ha llenado de dudas, de preguntas, de lecturas; aún no ha confirmado nada, pero sus sospechas cada vez son más grandes, y conforme pasan los días, siguen apareciendo preguntas, pero ninguna de ellas viene acompañada de su respuesta.

Ayer me conto que por su cabeza han pasado un sinfín de opciones, desde las más drásticas, hasta las más lógicas, ya saben, tenerlo o no tenerlo, ella es una chica soltera, pero tiene novio y él, él es historia aparte y no porque sea malo, no simplemente, este es el relato de uno de los protagonistas, esta es sólo una cara de la moneda, aunque de ninguna manera pretendo erigirme en juez, para nada, no podría juzgar una decisión así, simplemente sé que ponerme en sus zapatos no podría; sin embargo su historia me pareció digna de ser contada, después de todo, seguramente no es la única en este mundo que está pasando por una situación así.

La primera pregunta que seguramente todos le haríamos es ¿Por qué no sales de dudas y te haces una prueba? Y ella respondió –tengo miedo, ¿a qué? (le preguntaron) – a saber, y después a no saber.

Un simple párrafo me dejo helada, saber y no saber, saber si es que si, y no saber si asumir su responsabilidad, pero responsabilidad no es igual a “tenerlo o no tenerlo”,  responsabilidad según yo es “¿serás capaz de tener en tus manos la responsabilidad de hacer de esa criatura un hombre o una mujer de bien, para el resto de sus días?”, se lee fuerte y en voz, suena terrible, pero es tan real, tan importante.

Y aún no tiene respuesta, no sabe, no tiene ni idea, pero esto es lo de menos, porque lo más extraño a sucedido, la idea entro en su cabeza, la posibilidad de verse frente a un espejo y saber que tiene vida dentro la hizo derramar una lagrima, el pensar en su forma en su rostro, la ha hecho pensar en un nombre y el hecho es que puede ser que no esté embarazada, puede ser que sea una falsa alarma, pero en su corazón ha nacido ya la idea de ser madre de cuidar, de velar y de mirar en los ojos de un hijo, la mirada del ser que ama y al cual ha elegido como padre de sus hijos.

Puede leerse loco, normal, extraño, instintivo, y puede que lo sea, pero el hecho es que las mujeres tenemos esa cosa que te hace suspirar al mirar una ropita de bebe, que te hace imaginarte en algún punto de la vida con un bebe en brazos, que la palabra bebe, se transforme en ese nombre que escogiste una tarde mirando la luna.

La vida es eso, decisiones y consecuencias, y creo que no puedo agregar nada más, así que nos leemos la próxima.

Feliz inicio de semana, animooo! Se terminaron las vacaciones y a darle con todo! =)

2 comentarios:

  1. Vanessa: Pues alguna vez estuve en los zapatos de tu amiga y créeme que entiendo perfecto lo que está pasando por su cabeza y su alma en este instante, porque sabes que a pesar de que puede ser la experiencia más bella de tu vida, el miedo te envuelve porque te cuestionas si podrás o no ser capaz de sacar una vida adelante.

    En mi caso (lo cual no quiere decir que eso sea lo más correcto), yo no podía más con la incertidumbre y fui y me hice un examen de sangre, la respuesta fue negativa, pero a raíz de eso creo que cambiaron muchas cosas para mi... Hasta la fecha y después de tantos años pienso que tal vez ni el matrimonio ni la maternidad sean mi camino, pero es muy lindo y a la vez atemorizante estar en esa situación.

    Ojalá que tu amiga encuentre el camino y haga lo que su corazón le dicte, pues a final de cuentas es lo que sientes por dentro, lo que te marca la pauta para saber exactamente lo que tienes que hacer.

    Saludos y aunque no he pasado muy seguido por aquí, me encanta venir a leerte.

    Un abrazo.

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  2. Realmente no es una responsabilidad, en mi caso en particular yo sentia que mi cuerpo estaba lleno con una vida que, si, cambio mi vida para siempre, me enije cuando me dijeron es que hay que estar seguros, yo solo dije yo lo se, pero admito que antes de ver el resultado escrito, mi cabeza selleno de muchas ideas, la principal era si podria ser buena madre para mi bebe, pero si no lo hubiera estado, me reconfortaria el sentimiento de que realmente si me preocupe por alguien mas y no solo mi vida la basaba en mi.

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