Dame una razón para recordarte...

Escribe una carta para mí que me estremezca el alma, hazme sonar con el mundo de lo que nunca fue.

Dame las horas por vivir envueltas en pasos firmes.

Canta una canción en el balcón, mírame a los ojos y dame ese beso que se clava en la piel de la memoria.

Susúrrame al oído la historia que aún no escribes.

Báñame de sonrisas, hazme creer que puedo ser.

Abrázame los ojos y observa a través de mí.

Camina conmigo, no te detengas, no me apresures, marquemos un ritmo que nos convenga a los dos.

Fabrícame una luna jamás vista, sé que puedes... ilumíname.

Dame tu plegaria nocturna, dedícala a todo lo que aún no se puede tocar, pero que está por nacer.

Préndete a mi pelo, cuélgate como una mascada a mi cuello.

Muérdeme los labios y después bésame la boca.

Acerca los truenos, mueve las nueves, prepárame una alcoba que huela a sol y noche.

Dame el amor más grande, más puro, más honesto.

No temas de una verdad, sólo  tiembla ante una mentira.

Toma las horas de mis días y vive la vida que esta frente a ti.