Hace
más de veinte años, -si tantos han pasado-
que la entidad encargada de mover los hilos de nosotros los humanos, le
concedió a mi familia la fortuna, el honor y la gracia de hacernos llegar hasta
una bella cuna acomodada frente a un enorme ventanal a una hermosa princesa,
pequeña, única en su tipo, original, una pequeñita que no era esperada, pero
que desde que se supo que estaba en camino, fue amada, fue querida y deseada.
Yo
ya había tenido una hermana menor, pero cuando nació yo apenas iba a cumplir
tres años, así que no la disfrute tanto, la vi como mi hermana gemela, mi
compañera de diabluras y de juegos, pero esta nueva princesa se convirtió en
alguien a proteger, y por fortuna reafirme mi compromiso con ella cuando ya
mayor cayó enferma, en ese momento la recordé en aquella cuna y supe que era mi
hermana menor, a la que debía cuidar y proteger, escuchar y amar, más que a
ninguna otra.
Tenaz, guerrera, apasionada, genio con manos de
Diosa, fuerte, comprometida, talentosa, divertida, con carácter, analítica, especial,
ingeniosa, tierna, fiel a sus convicciones, un tanto soñadora –tal vez su lado
femenino que le gana-, entregada –mucho y sobre todo cuando se sabe enamorada-,
es a su modo una chica perfecta, esa es ella, imposible de describir en una
sola palabra y tal vez me hace falta vocabulario para seguirla describiendo,
pero ella sabe, todo lo grande que creo que es.
A
veces cuando nos enfadamos logra hacerme llorar, no porque sea demasiado débil,
pero me puede mucho, saber que ella puede tomar sus propias decisiones y que
sabe las consecuencias que le traerán y aún así, lucha y se aferra, a veces
gana, otras veces pierde, pero hasta de lo segundo gana, por que analiza y
cambia su estrategia.
Es
inteligente pero sus deseos la pierden en sus decisiones, después recuerda sus
metas y vuelve a su camino.
Ha
demostrado lo grande que es, a cerrado bocas y ha dejado pasar todo lo que no
le conviene, acusada de traidora, de desleal, pero ¿no es más desleal traicionarse
así mismo?
A
pesar de que los años pasan y de que la he visto crecer, desde los primeros cumpleaños hasta
la fecha sigue siendo mi pequeña, aunque eso si ahora con decisiones de mujer,
con amores y colores, entre tintas y trazos; acompañada o sola; enamorada o
deseando; libre y atada a un amor que no me atrevo a escribir su nombre; feliz
y melancólica, dependiendo de la estación de año y de su hola o su adiós...
Su
vida está llena de lecciones para mi, de esfuerzo (aunque sea de última hora
jeje), de talento, de dedicación, de espera, de música, de imágenes, de sueños
y proyectos, no se sabe estar quieta, siempre tiene una idea que la ronda eso
garantiza que jamás encontraran estática
a su mente; tiene una facilidad impresionante para darle vida a sus líneas, es
una artista nata, sabe llenarte de su amor por su trabajo, no he conocido a
nadie que defienda sus ideales como ella, y eso se lo agradezco en el alma.
Me
emociona mucho escribir sobre mi princesa de manos mágicas y la razón de este
post es su cumpleaños, y esta es una de muchas formas de decirle que la amo y
que siempre estaré para apoyarla, para cuidarla y sobre todo para entenderla y
escucharla, porque soy su hermana mayor y se friega jeje.
FELIIIZ
CUMPLEEE HERMANITA!
Gracias
a todos por seguir leyéndome aunque me tardo en escribir y espero que cuando
publique aquí el proyecto que se está horneando de esta fabulosa artista
mexicana, la apoyen y le deseen lo mejor del mundo.
Nos
leemos la próxima, besoos!!
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