No importa donde me esconda o
lo mucho que corra lejos de ti, siempre encuentro un punto para volver, una
frase, una palabra, un lugar, y hoy en esta tierra donde habitan mis raíces, la
vida me arma un complot para volver a ti…
Creo en las vidas pasadas, en
las energías, estoy segura de que fuimos, no sé si seremos… pero fuimos y
muchas veces.
De no ser así, como puedo
explicar el llevarte marcado en la piel... ¿cómo? sin habernos tocado, y la única
respuesta que encuentro razonable es porque fuimos, ya antes, en algun tiempo… nos hicimos uno, más de
mil veces… fuimos.
Sé que ya me reflejé en tus
ojos, siempre que los miro me recuerdo ahí, clavada en tus pupilas, aún después
de tantos amaneceres, en diferentes tierras sigo conservando tú tacto en mi
piel, la boca me sabe a ti, mi lengua sigue degustando el mangar de tu
profundidad.
Lo sé, esto no es normal, pero
la piel no olvida, hay sabores que perduran al tiempo y usted aún me sabe en la
piel del corazón, de la mente, del alma.
Aún le siento colgado de mis
caderas, aún me recuerdo balanceándome sobre usted, con tus manos sobre mi
pecho, no pudo ser un sueño o un engaño de la memoria, era usted, sé que era
usted, por esa mirada de niño descubriendo un mundo, mi mundo...su mundo.
Sé de
buena fuente que era usted, cuando lo encontré en esta vida lo reconocí, sabía
que debía llegar a usted, porque así estaba escrito, porque en usted está la
vida… mi vida.
Por más de 27 lunas desconocí
la razón de todo, y cobro sentido el día en que llegué a usted, ese día entendí el porqué de
mi camino recorrido.
Justo hoy, en este lugar tan
lejano, frente a esta desconocida que logro descifrar mis pasos, me di cuenta
que nací de nuevo para encontrarme contigo, así, tan lejanos, tan distantes,
tan diferentes.