miércoles, 7 de marzo de 2018

Era usted.




No importa donde me esconda o lo mucho que corra lejos de ti, siempre encuentro un punto para volver, una frase, una palabra, un lugar, y hoy en esta tierra donde habitan mis raíces, la vida me arma un complot para volver a ti…

Creo en las vidas pasadas, en las energías, estoy segura de que fuimos, no sé si seremos… pero fuimos y muchas veces.

De no ser así, como puedo explicar el llevarte marcado en la piel... ¿cómo? sin habernos tocado, y la única respuesta que encuentro razonable es porque fuimos, ya antes, en algun tiempo… nos hicimos uno, más de mil veces… fuimos.

Sé que ya me reflejé en tus ojos, siempre que los miro me recuerdo ahí, clavada en tus pupilas, aún después de tantos amaneceres, en diferentes tierras sigo conservando tú tacto en mi piel, la boca me sabe a ti, mi lengua sigue degustando el mangar de tu profundidad.

Lo sé, esto no es normal, pero la piel no olvida, hay sabores que perduran al tiempo y usted aún me sabe en la piel del corazón, de la mente, del alma.

Aún le siento colgado de mis caderas, aún me recuerdo balanceándome sobre usted, con tus manos sobre mi pecho, no pudo ser un sueño o un engaño de la memoria, era usted, sé que era usted, por esa mirada de niño descubriendo un mundo, mi mundo...su mundo. 

Sé de buena fuente que era usted, cuando lo encontré en esta vida lo reconocí, sabía que debía llegar a usted, porque así estaba escrito, porque en usted está la vida… mi vida.

Por más de 27 lunas desconocí la razón de todo, y cobro sentido el día en que llegué a usted, ese día entendí el porqué de mi camino recorrido.

Justo hoy, en este lugar tan lejano, frente a esta desconocida que logro descifrar mis pasos, me di cuenta que nací de nuevo para encontrarme contigo, así, tan lejanos, tan distantes, tan diferentes.

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