martes, 27 de septiembre de 2011

En cuestiones de amor

Este fin de semana tuve una pequeña conversación entre mujeres  y como espectador estaba mi novio, debo decir que él está aprendiendo muy bien esto de cómo tratar a las mujeres, lo sé, le estoy revelando nuestros más profundos secretos, jeje pero créanme es en pro de un mejor entendimiento, no es que este traicionando a mi genero, es solo cuestión de enfoques.
Pero el verdadero punto es la charla, ellas hablaban sobre la época en la que les gustaría vivir, una de ellas en particular menciono que le hubiera encantado vivir en los tiempos de los detalles y las serenatas, recordó aquella canción de Pedro Fernández “amarte a la antigua” en donde el  le canta a esa forma de enamorar que ha quedado en desuso, se queja y añora la forma de conquistar,  ataca al mundo virtual a la era digital, y por un momento o más bien muchas veces también me he quejado, es decir, no se siente lo mismo que te regalen una rosa virtual que una “real”, no es lo mismo un abrazo con un  curioso gif a uno con calor, con sentimiento, en vivo, y así podría citar un sinfín de ejemplos, en donde sin duda el mundo virtual saldría muy mal parado.
Sin embargo, justamente una semana antes de esta charla “entre mujeres” Sahavid (así se llama el hombre que me roba suspiros) a través de facebook, me posteo videos de canciones dándome una especie de serenata virtual, nos quedamos casi hasta las cuatro de la mañana escuchando la música que él muy tiernamente colocaba en mi muro y debo agregar que cada uno estaba en su respectiva casa;  situación que me llevo a defender  el mundo virtual ante esta  jovencita, la razón es que esa sensación que sentí al escuchar esa música y ver los videos  fue tan maravillosa, que no pude evitar decir “pues a mí me encanto la serenata que me dio”, así a través de una página en un mundo intangible, porque la sentí en mi corazón como si él estuviera afuera de mi casa, cantando para mí.
Aunque en algún momento (muy corto y con una velocidad impresionante) pensé en cuál hubiera sido mi reacción al ver bajo mi ventana a unos mariachis cantando para mí, y eso es algo que por lo menos hoy no he experimentado, seguramente debe ser algo lindo, pero sigo sin restarle méritos a mi serenata virtual, aunque siempre existen dos polos (sobre todo en mi cabeza, lo cual me hacen ser un poco incoherente) amo las flores reales, los abrazos cálidos, el contacto de la piel y de los labios, y aun así adore mi serenata virtual y la defendí, pese a que sé que para amar no basta con leer o mirar un monitor.
Aunque creo que en estos tiempos y en cuestiones de amor nada está escrito, pasamos por un sinfín de sentimientos y de momentos que sólo pueden ser juzgados por el corazón, acompañado de un cerebro enamorado.
En cuestiones de amor, no hay nada plano, las locuras se vuelven momentos cortos de cordura pura, los detalles vengan en la hoja que vengan, se convierten en la acción más dulce y amorosa que nunca antes habíamos tenido; los videos y las canciones en un perfil de una red social, se convierten en el grito  de amor que tu pareja le hace al mundo entero, las fotos que se suben son una muestra de felicidad compartida con quienes quieres, y las frases o los te amo, son una especie de “este hombre (o mujer) es mí@” (es una locura, pero es real).
En el amor no hay frialdad, cuando lo sientes, todos los detalles, hasta los que no puedes tocar son tan reales como las palpitaciones de ese corazón que ha decidido latir al ritmo del tuyo.

Creo que hoy ha sido un buen día, les dejo un fuerte abrazo y nos leemos la próxima!!

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