martes, 27 de septiembre de 2011

La suma

Una vez más me encuentro en un lugar ajeno a mi escritorio, lo cual siendo honesta me hace dudar sobre la magia de mi sitio favorito, sin embargo si añoro tanto estar ahí y creer y crear y sentir y escribir, si eso lo añoro tanto.
A veces como hoy eso llamado melancolía que en definición no es otra cosa que un “Sentimiento de tristeza sin causa definida”, y en efecto no encuentro una razón que sea razonable para sentirme de esta forma, pero por desgracia así me siento…
Es muy probable que sea la suma de muchas situaciones por las que estoy atravesando, la mayoría de ellas ajenas (aunque no del todo) a mí, si muchas veces pretendo salvar al mundo, me convierto en una especie de luz que pretende alumbrar a tantas personas como sea necesario y es algo bueno, a mi me hace feliz saber que puedo ser útil a la humanidad, me satisface saber que a alguien le sirve que yo respire; sin embargo lo malo viene  cuando por mas luz que ofrezcas siempre habrá quienes prefieren vivir entre sombras, idolatrando falsos ídolos, o simplemente contemplando luz artificial.
Siempre he creído que este mundo no fue hecho para mí o peor aún, que yo no fui hecha para este mundo; las injusticias, los malos entendidos, la violencia, la indiferencia son cosas que me asustan que no me gustan, soy intolerable ante ello (siendo esto ante lo único que no puedo ser  tolerable); soy alguien que posee fé en la humanidad (a veces muy cuestionada por mi), pienso tal vez de forma ilusa o utópica que aun existe  la posibilidad de un mundo mejor, más sano, más feliz.
Si estoy cargada de momentos desagradables, de molestia, de un poco de fastidio, eso es, estoy pasando por un momento normal (más no hormonal) que me tiene al borde de salir por una caja de chocolates con relleno de licor, o de comprar la comida rápida (que tanto asco me da) que vende un coronel, con tal de salir de esta especie de rutina, las personas  en momentos de confusión o desesperación cometen locuras.
Me hacía falta escribir, con sentido o sin él, con un objetivo específico o sólo pretendiendo sacar todo lo que por estas horas considero que está mal y que debería cambiar:
1.     Debería citar a ese buen amigo en un café y que  me diga mirándome a los ojos que entendió la lección, que no volverá a caer en las manos de esa persona que sólo lo ha usado.
2.     Debería sentarme a platicar con mamá (si es que ella quiere responderme).
3.      Debería  buscar a esa princesa que necesita de mi aunque se niega a reconocerlo, pero ¿puede mas su orgullo que el mío?
4.     Debería pensar más de cinco veces antes de actuar.
Sí, en efecto, tengo muchas cosas por hacer, pero la pregunta que tienen en común todos los puntos de mi lista  es,  ¿realmente quiero hacerlas? Entre el deber  y el querer puede haber o una ligera línea o un enorme  y profundo abismo.
No sé exactamente qué hacer, pero ahora si se algo, escribir es la mejor terapia, las dudas se hacen menos pesadas, los miedos se van, los cuestionamientos se agrandan y justo al final, antes de dar en “publicar“ una sonrisa se apodera de mi e inmediatamente sé que valió pena sentarme a escribir.
Nos leemos la próxima!!! Besoos!

1 comentario:

  1. YO PIENSO Q SI S DIFICIL DECIDIR ENTRE EL TENER Q Y QUERER HACER LAS COSAS, TAMBIEN CREO Q DEPENDIENDO D LAS CIRCUNSTANCIAS Y PUNTOS D VISTA Y DIGO PUNTOS D VISTA XQ A VECES NECESITAMOS PREGUNTAR PARA PODER COMO DICE EL DE SAW VER DESDE OTRA PERSPECTIVA LAS COSAS PODRIAN AYUDAR A TOMAR UNA DECICION, NO T COMPLIQUES TANTO LA VIDA, NO TIENES Q CARGAR EL MUNDO TU SOLA, PUEDES CONTAR AL MENOS CONMIGO Y ASI ENTRE 2 = Y PESA MENOS O TAL VEZ NO TENDRIA Q PESAR O TAL VEZ NISIQUIERA TENDRIAS Q CARGARLO

    ResponderEliminar