martes, 14 de agosto de 2018

Soñando con temblores



Jamás me había cuestionado la existencia de un poder superior, llámenle Dios, energía suprema, naturaleza, pongan el nombre que necesiten, en el que crean,  y  sé que he tenido motivos, mi vida pocas veces ha sido fácil (no me quejo, quiero puntualizar este hecho) así que he tenido oportunidad de cuestionarme ciertos designios, por ello he llegado a escarbar en mis acciones y no  me ha alcanzado, es decir, unas niñas de menos de 10 años que pueden haber hecho para que la energía las castigue con el abandono, con ejemplos así las perspectivas se ponen sobre la mesa, y a mi modo de ver la vida, creo que no se trata de algún castigo divino, yo creo que se trata de aprendizaje, cada situación de dificultad a la cual nos enfrentamos desde el inicio de nuestra existencia como seres físicos no son castigos, no son designios, son lecciones.

Sí, creo firmemente en que a esta vida hemos venido a demás de ser felices, a aprender; aprender para llegar a un punto de conocimiento sobre el ser y sobre la condición de la existencia como ser vivo; conocimiento y aprendizaje que nos llevarán a una evolución energética, nos permitirá elevarnos a un rango espiritualmente superior para así poder reencarnar al final de nuestro ciclo de vida en guías espirituales de las siguientes almas, cuyo fin, al igual que nosotros es aprender para alcanzar un grado de divinidad o de sabiduría superior.

Sí, en ello creo porque lo he comprobado, esta capacidad de ver lo que no todos pueden ver me ha permitido sacar mis propias conclusiones, he tenido la oportunidad de echar un vistazo en primera fila a muchas vidas que se han cruzado en mi camino para que ambas partes saquemos lo mejor de nuestro encuentro, para en ambos casos aprendamos, aváncenos, construyamos o cortemos lazos.

Lo conceptualizo así, porque lo he vivido, nadie me ha contado, cada año que he dedicado a este crecimiento espiritual -personal- me ha permitido creer en cosas que no son tangibles, pero que si son demostrables.

Entiendo que en este proceso habrá dudas y nos cuestionaremos, nada es totalmente cierto hasta que lo comprobamos -por lo menos así lo entiendo yo- y ayer fue uno de esos días; ante un hecho barbárico me cuestione por primera vez todo cuanto sé, cuanto he visto, todo el conocimiento que he adquirido fue cuestionado, estuve al bode del colapso, incluso llegué a pensar que este mundo no tiene arreglo, que nadie quiere ser mejor, que ya no hay motivos para avanzar, que los cretinos morirán cretinos porque no les importa ser mejores.

Pensé que la gente mala ganaría la batalla final, pensé que el día en donde todos nos volquemos contra todos, en donde el hombre comerá del hombre mismo, estaba a la vuelta de la esquina y que ya no había nada que hacer para evitarlo, fue un día en donde mi fe por las personas se quebró.

Si, ayer por primera vez el mundo me peso tanto y de tantas formas que quise dejarlo atrás

Es la primera vez que quiero huir y hoy con todo esto en mi cabeza y en mi corazón les digo que será la última, que, de esto todos aprenderemos, unos más y mejor, otros más y no de la mejor forma, pero aprenderemos, porque así debe ser.

Las personas malas no deben ganar, somos más los que queremos marcar cambios. Somos más los que queremos un mundo mejor, somos más los que queremos ayudar que los que quieren joder.

Esto no es cuestión de castigo, es de aprendizaje y no me voy a rendir, porque las personas malas no van a ganar, somos tantos vibrando en amor, esperanzados y trabajando por un mejor lugar, que lo lograremos, saldremos victoriosos y este será un mejor lugar para vivir.

Así es y así será,

Tal vez esta entrada parezca confusa o algo extraña. Pero tenía que compartir mi sentir aquí, en mi lugar favorito para charlar. Porque hoy es uno de esos días en los que quiero cambiar al mundo, hoy es un buen día para salvar vidas. Gracias por leerme, les mando un rayito de luz para la necesidad que tengan y un fuerte abrazo que les aligere el equipaje.

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