El es un tipo único, el observarlo trabajar en algo que le es desconocido, me hizo recordar cuando lo conocí o mas bien recordar lo que aún puedo recordar.
Como olvidar las caminatas de su mano, lo que me disgustaba saber que fumaba, las veces que llegue a celarlo con sus amigas o las hijas de estas, aún recuerdo como le fue a la última que se le acerco, la deje llorando del empujón que le di, él no me dijo nada ya me conocía, sabia como era, lo celosa que me ponía, a el no le importaba que me portara mal, nunca me regaño, me acepto desde que me conoció, tal y como yo era, tal y como soy, ese es amor incondicional.
Recuerdo aquella tarde cuando entre sumas y restas se sentó a mi lado, como dicen que hacen los padres con los hijos, algo que para mí y hasta el día de hoy solo es un mito y la sorpresa y la alegría de un cinco en mi libreta al día siguiente, jajaja dos cabezas no siempre piensan mejor que una; nunca olvidare esa calificación y no solo porque sea una anécdota mas de las reuniones familiares, nunca la podre olvidar porque el se esforzó en estar ahí y puso su empeño y sobre todo porque se que lo hizo porque me quería.
Travieso, voluntarioso, gruñón, poco paciente, terco, la mayoría del tiempo no escucha y debes repetirle las cosas, tantos años entre bocinas le cobrarón la factura, su paso y su prisa se alentaron y es que a veces los dolores no lo dejan tranquilo, pero a pesar de ello no se resigna a detener su andar y continua y continuará hasta que su virgen a la que tanto le reza le de permiso.
Es un glotón que tiene prohibido comer de mas, pero tiene tanta voluntad que se, que al igual que hace años saldrá victorioso de esta batalla, solo es que se lo proponga.