domingo, 13 de mayo de 2018

Mi querida luna



En días como hoy cuando el ansia y la necesidad de ti se apoderan de mí, de mis manos, de mi piel, suelo cuestionarme tantas cosas, qué si mi pelo, qué si mis caderas, qué si mi respiración agitada, qué si mis sueños y hoy viendo un anime, me pregunte qué si podría ser capaz de meterme en la piel de alguien más, podría yo traducir los sentimientos de alguien, de cualquiera...

Podría tomar el amor ajeno para colocarlo sobre papel, ¿podría hacer sentir al que se encuentra lejos?, ¿podría ser solo un instrumento para el amor de otros?

Ya lo he escrito antes, dejar aquí mis pensamientos, mis ideas, mis sueños, las historias por contar, por vivir, me es fácil, soy yo en cada centímetro de este blog, soy yo y mis historias, mis momentos, mis amores, pero poco hay que sea ajeno, porque incluso las historias que no se han escrito pero que aquí he narrado, son parte de mí.

Quisiera intentarlo, quisiera escribir para ti (si, para ti) de parte de él:

Querida Luna:

Mi hermosa Luna, estoy aquí, sentado, solo como tantas veces, pero el día de hoy tiene algo distinto, la vida me supo distinta, me senté a beber mi acostumbrado mate justo antes de la puesta del sol, si bien eso no tiene nada de particular en mi rutina, lo distinto fue que después de mucho tiempo tuve el valor de mirar a mi alrededor y faltabas ¡tú!, tu sonrisa mágica, tu dulce voz, esa bella energía que emana de ti, de tu cuerpo, de tu alma.

Me entristece pensar que dejé ir la oportunidad de vernos…, llámame estúpido, cobarde, llámame como quieras, temí por ti por no ser lo que esperabas, por no ser quien crees que soy, pero egoístamente temí más por mí, por verme descubierto, por verme frágil…

Mi vida no es sencilla, pero pensar en ti, la hace mas llevadera, mas alegre, transformas con un mensaje mis días angustiosos, mis días de soledad acompañada.

Y así se me van los días, en pensarte, en añorarte, en sentirte a la distancia; me traiciono a mí mismo cada vez que te niego, cada vez que pronuncio un te amo a una piel que no es la tuya, cada vez que llega la noche y no es tu cuerpo el que se desliza sobre mis sabanas, me torturo al pensar que haya alguien más en tu lugar, ese lugar que has hecho tan tuyo sin estar.

Perdón, te pido perdón por no abandonar la vida tal cual la conozco para ir corriendo a seguir tus pasos, porque lo vales, vales cada riesgo que deba correr, eso no esta en tela de juicio, valdrías cada sacrificio que sobre mi vida hiciera, pero, no estoy solo, esta ella, esa hermosa flor que me ha entregado los mejores años, que me ha dado sus mejores momentos, no puedo lastimarla…

No me malinterpretes no te estoy sacrificando a ti, me sacrifico a mí, porque soy yo el que no puede vivir sin tu presencia, me sacrifico protegiéndote de una realidad que me rebaso en el camino, un sueño que busqué (absurdamente, teniendo la vida tan organizada como la tenía, antes de ti), pero que no creí encontrar y que, al momento de toparme con tu fina estampa, con tu dulce voz, con tu hermosa alma, con tu cálida letra no pude evitar amarte.

Porque si, te amo, te lo he dicho antes, te lo dije ayer y esta mañana en ese mensaje de voz, te amo, y te amare siempre… aunque no sea digno, aunque no tenga derecho, aunque al saber mi realidad no me dieras permiso, aun así, te seguiría amando.

Perdóname por mis letras, no quiero lastimarte, pero necesito desnudarme un poco, necesito que logres atravesar este pecho con tu luz, necesito que me ames, que me sigas amando a pesar de mí, de mis errores, de mis silencios, de mis carencias, ámame, ámame siempre, porque yo siempre te amare.

Siempre.

Espero les haya gustado este ejercicio, a mi me encanto, no fue fácil, meterse en la piel, en el corazón de otros no es fácil, espero les haya gustado el resultado.

Saludos afectuosos, gracias por leerme, mucha luz para su camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario