Hoy toque el piso, mis pies descalzos
dejaron de caminar sobre castillos…
Hoy me di cuenta de todo lo que estoy
negando en mi cabeza al permitir que mi corazón te busque, al dejar que él sea
el que guié mi vida.
Me he mentido, he fantaseado cuando
la verdad siempre ha estado frente a mí, vuelves por ella… con ella, la de
siempre, la que elegiste como compañera de vida, la que siempre ha perdonado,
la que siempre ha estado, la que porta orgullosa el anillo, la que hace que tu
no te lo quites.
Seguramente pesa más ¿el amor?, ¿la
compañía?, ¿el temor a la soledad?, lo que sea, cualquier cosa pesa más que lo
cotidiano, cualquier cosa pesa más que lo que ya no te hace feliz, o por lo
menos que no te complementa del todo (si es que eso fuera, que no sé… estoy
imaginando, estoy suponiendo).
Hoy es un día en el que he
decidido no guardar más esperanzas en el cajón de la mesa de noche, por años la
use de archivero de cada sueño, de cada anhelo, pero en este momento puedo
asegurar que cada día, poco a poco va muriendo la fe en el mañana.
Me he enfrascado en una
competencia inútil por permanecer a tu lado y no me había dado cuenta de que el
único a vencer, es justo a quien amo... y no puedo enfrentarme a ti.
Entendí que no te sé, que te
imagino, y con eso me había bastado, he llegado al punto de enfermarme de ti y
he muerto inventando la cura, me he querido alejar y ha sido en vano, siempre
nos encontramos, y no porque te llevo tatuado, o porque a menudo te respiro
cuando atraviesas mi pensamiento, tampoco es el hecho de que en las noches cuando
te deseo, te sudo; no es nada de eso, el hecho es que estas tan metido en mí,
que los intentos por dejarte a tras han sido inútiles.
Una vez más la melancolía se apodero
de mis letras cuando descubrí que a pesar de ser fuerte, mi corazón todavía se
rompe cuando sé que cualquiera puede alcanzarte; hoy en esta carrera contra la
vida me siento tan lejana, tan ausente de tu meta.
Hoy que la fe se apaga, que la
llama de esperanza por encontrarme contigo agoniza, mi cuerpo duele, tú me
dueles, la ausencia, la distancia toda pesa, y el corazón se desgarra al
saberse incapaz de bombear toda la sangre que necesita, ya no quiere seguir, ya
no puede seguir, el día de hoy tu ausencia acaba conmigo, la presencia de
cualquiera aminora mis pasos y ya no quiero seguir.
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