lunes, 25 de junio de 2018

Nada Más Importa


Hoy les traigo la historia del numero siete, en lo personal es un numero que no me da suerte, muchas personas importantes en mi vida se han ido con este número, también bajo este o su conjunción, he conocido personas que me han cambiado mi vida, no especifico si para bien o para mal, porque en cualquier caso, gracias a eso, el día de hoy soy quien soy, pero al sumar y restar en definitiva, no es mi número favorito.


Esta historia comenzó con este blog, imaginen queridos lectores, a un joven (muy joven) descubriendo por primera vez este espacio, yo en lo personal no puedo imaginarlo (ojalá ustedes sí) me cuesta trabajo creer que alguien como él (como solía ser él) pudiera encontrar fascinación en estas letras, no me interpreten mal, no menosprecio mi casa, simplemente, que es difícil imaginar a alguien como él aquí, pero sucedió.

Ahora, veámoslo leer este espacio con detenimiento, planeando en su cabeza el comentario del día, esforzándose por ser leído, por ser notado, sumemos a esta historia que al paso del tiempo conforme las letras comenzaron a entrar en su corazón el deseo conocer a la persona tras ellas.

Ella (la escritora) por aquellos años tenía un programa de radio (algo muy chiquito) y él la podía escuchar, llego a faltar a sus deberes por quedarse a oírla (ni yo podía creerlo), los días pasaron y las llamadas, las atenciones, los mensajes todo se hizo presente, fueron meses, muchos meses de una amistad que pese a vivir cerca, era a distancia, a veces pasar de lo virtual a lo real es muy difícil.

Siempre fue muy desconfiada, su corazón por aquellos años estaba adolorido, estaba aun ocupado con un amor del pasado, y no tenía cabida para nadie más; sí amigos, aquí es donde la historia se vuelve inquietante, ¿cómo podrían conocerse?, ¿cómo podría surgir algo entre ellos, siendo tan diferentes? Eran preguntas que él se formuló antes, pero que al final ella respondió…

Pasaron los meses, y después de muchas llamadas, de tantos mensajes, de notas de buenos días, después de preocuparse por mi en uno de los momentos mas fuertes de mi vida, después incluso de una cita fallida (tenía mucho miedo), nos encontramos.

Sí amigos, después de muchas vivencias, de muchas situaciones ellos se encontraron, fue aquel día una noche corta, las palabras, las sonrisas y el caos como siempre en mi vida estuvo presente, hablamos de esto, de aquello, del ir y el venir, y al final por la mañana un abrazo y un hasta luego.

Y no, la historia no termino ahí, todo lo contrario, ese día, todo comenzó…

Después de ese día, la luna volvió a amar, su corazón decidió dejarlo entrar, y ahí van caminando, entre nubes, entre estrellas, entre piedras y a veces en arena movediza, pero ahí van… ya saben que para mi el para siempre este fechado de tanto en tanto y hoy se viste del número siete.


Disculpen ustedes si he omito muchos detalles, pero no tienen más que ir siete años atrás en este blog para revivir esta historia.


GRACIAS!

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