miércoles, 13 de junio de 2018

VEN


Jamás importa a donde me dirija o con quien, si voy tomando una mano o una correa, siempre voy hablando de ti.

Conmigo, en lo profundo de mí, justo donde solo la conciencia se aclara para revelarnos la verdad de la que huimos, con mi alma cuando el corazón pregunta por ti.

Con aquellos cuando soy yo la que busca respuestas, cuando busco complicidad al hablar de ti. Siempre es lo mismo, mil razones, mil motivos para no estar juntos.

Y a favor… si te preguntas si hay algo a favor, si, si lo hay, TU, siempre que hablo contigo y recreo mentalmente nuestras charlas, tú me dices, ven… y yo siempre te apoyo, yo y este amor que respira por sí solo, este amor tan incrustado en mi ser.

Sí, nosotros que siempre cómplices libramos las batallas que abanderan las dudas; cada que la oportunidad se presenta y el debate de este amor se pone sobre la mesa, nos ponemos del lado del “ve…”, “ve y búscalo…”, “ve y síguelo…”, “ve y bésalo…,” amalo, quiérelo, ve y no regreses.

Pero el ruido de la gente, el día a día, tus historias, la mía, son tan brutales como abrazadoras, se me pegan como sanguijuelas, me cortan la piel y extraen lentamente la esperanza en este amor; pero terca que soy, no me rindo, y me quito una a una, no puedo mentirte, en cada enfrentamiento me quedo con lesiones, pero aún no son lo suficientemente graves como para rendirme, no ha nacido quien logre hacer que este amor se acabe.

Escucho los susurros lejanos que me gritan que regrese, que no me aleje, que no me lance al precipicio, pero no saben que ahí es donde esta la vida, y desde ahí me gritas “ven”.

Lo que no entienden es que este amor no es unan tortura, no eres algo que me daña, eres quien me muestra la luz en los días grises, no logran comprender que es tu latir el motorcito que me permite respirar; me pase años pegada a un tanque de salvación, yo no podía hacerlo por cuenta propia, no después de ti.

La vida me pide continuar, pero ¿cómo hacerlo?, ella sabe que sin ti no sabe.
¿Por qué me pide seguir reglas, cumplir con normas?, ella sabe que desde siempre he andado contracorriente, mis ideales, mi estilo, mi forma de ser se salen siempre de lo establecido, no debería cuestionarme, no debería confrontarme, ella sabe, sí, lo sabe, que sin ti nada sabe.

Nadie puede contra ti, cualquier obstáculo es fácil de librar si tu me dices “ven”, todo lo vale por un beso, por un abrazo, por una caricia, todo cuanto tenga que enfrentar lo vales, tu y yo lo valemos.

Al final, después de escuchar todo el ruido del mundo termino con un listado de razones para desistir, tú y yo que jugamos a favor y en contra, ellos, aquellas, la distancia, todo danzando frente a mí; en medio de todo el caos y como un acto milagroso logro detener el paso, frenar el tiempo y centrar mi vista, te miro a lo lejos, entre la multitud, con tus ojos cálidos, con  tu sonrisa tímida e insinuante y justo ahí todo pierde y la vida cobra sentido, vuelves a ser mi eje, mi razón, mi meta, mi sentir, mi vivir, y todo se calla, el mundo deja de hacer ruido y solo te veo a ti, solo te escucho a ti diciendo “ven”.

Sale el sol a lo lejos y el día se alista para que siga planeando con furia nuestro encuentro.

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