viernes, 29 de junio de 2018

Tu jardín con enanitos



Tener que conformarse con menos en el amor es una lápida que si decides, deberás llevar por siempre, a menos que te atrevas a cumplir tus promesas.

 Quiero vivir realmente, quiero que mi piel duela, que sude; quiero llenarme de tierra, ver pasar el polvo, sangrar, ¡quiero sentir!

Estoy aburrida de esta vida plana, de este ir y venir sin sentido; estoy cansada, no me gusta ver pasar los días aportando tan poco a este mundo.

Soy magia y la magia necesita movimiento, necesita brincar, brillar, palpitar, respirar; y aquí la vida pesa, duele, pero no con ese dolor que te hace saber que estás viva; duele de tal forma que sabes que estas muriendo.

El hastío también puede matar y no, aun no quiero morir, me gusta que mis ojos brillen, que gusta de apoco sentir el calor del sol sobre la piel, estoy perdidamente enamorada del frió y de la lluvia, me he casado no sé cuántas veces con la luna, así que no, no quiero morir.

Y no te confundas, no quiero hacer del amor un ancla que me obligue a vivir, todo lo contrario, este amor es el que me ha permitido respirar aun dentro de esta vida que camina a paso lento.

Antes de ella ya me acompañabas y eras ese amor que romancea, esa clase de amor que te despierta con un rayito de sol en las mejillas (aunque fuera por unos segundos) capaz de iluminar el tiempo restante hasta volver a encontrarme contigo.

Eres y has sido una palpitación constante, quizá la que ha mantenido en funcionamiento este corazón, tiene que serlo, tu llegaste a darle cuerda a este motor dormido, ese al que llaman vida.

Si, una vez mas (no sé cuantas van, ni cuantas faltan) este escrito es un grito desesperado desde mis letras para que te enteres que estoy aquí, que vivo, que este amor vive aquí, que no importa el tiempo, o las historias que estén siendo contadas allá a fuera, siempre estoy, siempre.

Hoy me desperté mas lucida que nunca, decidida a luchar contra cualquier obstáculo que se interponga entre nosotros, en contra del tiempo, de la distancia, de las diferencias; hoy quise dejar salir todo lo que habita en mí, sin ocultar, sin callar (ya no puedo, ni quiero), no quiero ahogarme mas en esta vida que no va de la mano de mis deseos.

Hoy tuve una clara visión de la vida, vivimos en un mundo donde las almas caminan desesperadas, deambulan buscando sueños sin la mínima intención de realizarlos, se llenan de promesas, de anhelos que no se forzaran a cumplir, cargan en su espalda vidas rotas sin amor, sin deseo y se obligan a caminar así con las promesas entre los tacones y los sueños en la guantera del automóvil.

Todo este tiempo se han equivocado, nos han mentido todas esas postales, los libros, nuestras madres, nos han llenado de frases que nos invitan a conformarnos, a no vivir, a no luchar.  Así que, por favor, seamos realistas, NO es fácil soñar, cada sueño no realizado implica un fracaso, una promesa rota a la persona que más debemos amar, a nosotros mismos, y con todo esto aún se atreven a decir que no nos cuesta nada. Palabrería barata de libros escritos para cobardes que no quieren acercarse al sol – que mas da si te quema, ¡qué importa! -; ¿cuántos se atreverían a tocarlo?, ¿cuántos tendríamos el coraje de atrevernos?, porque nos da tanto miedo ser diferentes, porque no nos atrevemos a vivir, porque no podemos ser felices.

No quiero lastimar a nadie, no quiero matar sus sueños, todo lo contrario, quiero que cada uno de nosotros vaya tras ellos, que se quite el polvo que pesa sobre sus pies y que corran tras esa vida que están anhelado, que le hagan el amor a esa piel por la que suspiran, que besen esos labios que se han quedado mirando por horas tras ese monitor, que se miren en esos ojos de cielo, que se empapen de la magia de ese lugar que decidieron visitar, QUIERO QUE VIVAN, SIN CULPAS, SIN MIEDO, PLENAMENTE.
Me desperté con muchas preguntas y unas ganas locas de besarte, de caminar contigo encontrando las respuestas a cada cuestionamiento, no quiero que me enseñes lo que sabes, no busco eso, quiero aprender contigo sobre esa vida que nos espera, sobre esa vida que está esperando por nosotros.

Así que mi promesa sigue mas que nunca en pie, llegará el día, en que el final se escriba con un nuevo principio, llegará el día en que escriba desde aquel paisaje de tantas postales, sí, llegará ese día, y lo sé, porque hoy sé que soy capaz de cumplir las promesas que me hago a mí misma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario