Escribo para que me notes, para
hacerme “oír”.
Te escribo para robar un poco de
tu tiempo y concentrarlo en mí.
Escribo para que mi amor entre
por tus ojos a través del arte de la palabra escrita, para que dé un suspiro
toque tu alma y me vuelva pensamiento constante de tu día a día.
Te escribo porque quiero
circularte entre las venas, porque quiero que me respires, que te alimentes de mí
y de mis sueños.
Te escribo para seguir construyendo
este amor, para contarlo, para que se enteren, para que no se te olvide…
Te escribo porque habitamos el
mismo mundo de letras, porque fue ahí donde nos encontramos.
Te escribo porque aquí está la
historia jamás contada, esa cuyo final tampoco se ha escrito.
Te escribo para que te enteres de
mí, para que me vivas, para que me anheles para que me lleves contigo, ahí,
donde habita el alma.
Te escribo lo confieso, para ser,
para sobrevivir a ellas, para diferenciarme de todas; para que entre la
multitud ubiques mis pasos y te enamores una y otra vez de mí.
Escribo para ir dejando pistas, sí,
siempre dejo pistas para que sepas dónde y cómo buscarme, por si un día decido
partir, entres aquí y te sea fácil encontrarme.
Escribo porque cuando partiste,
la muerte toco mis pies y me beso el alma, y solo encontré refugio entre mis
letras.
Escribo porque para mí es una de las
formas más hermosas de amar.
GRACIAS por leer, ¡Saludos!!!
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