miércoles, 16 de junio de 2010

Cuando me regales



No dudes ni un segundo que todo aquello que me des estará bien cuidado.


Desarreglare tu cama de tus últimas noches cuando estés presente y con tu ayuda.

Tus pasos por venir los seguiré de tu lado, iremos de la mano entre besos y abrazos.

Tus mañanas de café serás compartidas, yo seré quien sirva el café recién hecho y lo acompañare con una camisa tuya y un dulce beso en los labios.

Las tardes de humo, las seguiré desde una ventana mientras platico contigo.

El café de las noches de desvelo, será una copa de las noches de pasión, es un hecho que el desvelo va incluido.

Tus horas al volante las vigilare desde mis sueños porque ya sabes que por momentos y en los viajes largos tengo la manía de dormir.

Tus rezos a la virgen de Luján, serán nuestros porque ambos le pediremos por las personas que amamos. Le pediremos que cuide de los nuestros, de nosotros y de nuestro amor.

Tus raíces del Uruguay serán reforzadas cuando una nueva semilla germine en mi.

Tu frío de invierno en Buenos Aires, será cálido pues tendrás mis brazos para cobijarte y mis cuidados para que no te enfermes, seré medico y amante en el invierno.

De tus noches y tus manos no te preocupes, veré que entre mi piel se encuentren bien, les daré el mejor de los resguardos.

Cuando me regales tus ojos, esos de mirada cálida, los cuidare como si fueran míos, solo les permitiré ver lo hermoso de la vida, porque es lo único que anhelo darte.

A tu tiempo, a el daré mi tiempo, mi constancia; seré paciente y calmada, procurare hacer de un día una semana y de una semana un mes.

Como puedes ver cuidare de ti, solo necesito que me dejes hacerlo.

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