domingo, 20 de junio de 2010

Pienso en la funcionalidad de un Padre

Yo crecí con padre con visitas de doctor, con comidas a solas y desayunos a prisa, con noches de "ya casi va a llegar", "deja de jugar en la calle por que se enfada", "corre que ya viene, entra en la casa", con dinero a cambio de buenas notas, no tuve todo lo que quería, pero no me falto nada, me sentía protegida, cuando veía a mi Papá echar bronca por que alguien le había golpeado el carro o por que se habían estacionado en su salida o por que si y andaba de mal genio, por alguna razón me daba seguridad y me hacia sentir importante cuando me preguntaban a que se dedica tu Papá y yo decía "es medico" les causaba impresión, y al final la impresionada era yo cuando había alguna ceremonia en la escuela o alguna fecha especial para mi y él no estaba, en esos momentos me daban ganas de darle con el título y el estetoscopio en la cabeza, pero la costumbre hizo lo suyo y me acostumbre a las visitas de doctor. pero que tanta seria mi costumbre que cuando llegaba a casa y estaba mas tiempo de lo normal me enfadaba y sé que no solo a mi.


Recuerdo a un hombre fuerte, listo, valiente, enojón, protector, con poder (no sabia bien que era eso, pero sabia que tenia algo de poder útil, ahora se para que le servía); hace un mes que lo volví a ver después de cuatro años de no saber de él, lo vi, no en las mejores circunstancias y a pesar de las canas, las arrugas, el hecho de que me sintiera mas alta y tal vez mas fuerte, era la misma imagen de hombre duro, como molesto con la vida (siempre creí eso), por que aunque no se le hubiera echo nada, siempre tenia elrostro de una persona molesta; con los años comprendí que la vida lo trato mal, una infancia muy dura, donde tuvo mas desprecios que afecto, en fin.

Lo vi y a pesar de ser la misma imagen, no era el mismo, era un hombre que no podía terminar las frases por que el llanto le ganaba, un sujeto que hablada del pasado como si no existiera, que hablaba del hoy y de mañana, que le causaba dolor las pocas cosas que recordaba y que le faltaron pantalones para pedir perdón y reconocer muchas cosas, eso hubiera sido bueno, no se si necesario, pero si bueno; dicen algunos que no debemos juzgar a los padres,pero es difícil como ser humano no hacerlo, y mas cuando parte de tu carga se la debes a ellos; aunque yo creo que no sería juzgar, mas bien sería solo pedir que se reconociera que las cosas se pudieron hacer mejor, mucho mejor; pero no paso, no ofreció disculpas y no las pedimos, ni ese día, ni ahora, ya de nada sirve.

Pensar que pude necesitar de un padre, puede ser, tal vez, solo tal vez, no hubiera cometido tantos errores, aunque me hubiera encargado de ver la manera de cometerlos, por que eso es vivir; que tal vez no estaría donde estoy ahora y eso seria lamentable por que me hubiera privado de conocer personas maravillosas (AQUÍ IBA A MENCIONARLOS A TODOS PERO USTEDES SABEN A QUIENES ME REFIERO); tal vez tendría muchas cosas materiales y menos problemas; mas movimiento y menos tiempo, seguramente estaría establecida, tendría una familia, pero sé que no sería la que quiero ahora, o la deseo tener; sin duda muchas cosas las que serian distintas, tal vez me acostumbraría así como me acostumbre a tener las visitas de doctor; por fortuna el tal vez no existe y esta es solo una entrada del día del padre y una manera de exorsisar mi cabeza para esa llamada de la semana en donde se dará un encuentro privado después de muchos años con mi padre.

Son muchos los recuerdos que puedo tener de él, buenos y malos; cosas curiosas y risas, de todo, ahora es cuando pienso en todos los momentos y la verdad es que no hay nada que cambiaría, absolutamente nada.

Me alegra que sea mi padre el Dr. Romero, gracias por el tiempo que me diste y espero que el tiempo nos de la oportunidad de conocernos no de reconocernos, por que en esta vida somos dos extraños que comparten sangre.

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