martes, 2 de noviembre de 2010

2 de noviembre

Ha sido un día extraño, estoy realmente cansada y demasiado melancólica, me siento triste y no encuentro la razón, hasta hace unas horas la vida me pintaba genial (y no es que ahora no sea así), pero algo ocurrió, algo me hizo pensar, algo me causo llanto.

Y ahí estaba yo a las casi 10 de la noche sollozando y ahora a las 11 hecha un mar de lagrimas y no es que me guste escribir en este estando pero tenia planeado iniciar este 2 de noviembre con este post, no podía iniciar este día sin que yo escriba, sin que yo recuerde...

Desde pequeña el día de muertos había sido una fecha con olor a incienso y a dulce de calabaza, recuerdo las enormes ollas que se preparaban en esta casa(en su casa), la primera semana de noviembre tenia este olor tan peculiar, este y el olor a pastel ( mañana 3 de noviembre una persona cercana cumple años), son los aromas que definían estas fechas, también tengo muy presente la imagen de mi mamá preparando el dulce, recuerdo a mi abuela descorazonando los tejocotes, a mi abuelito partiendo la calabaza y apartando las semillas, a mi pelando la cascara de naranja, el dulce requiere de todo un proceso que en aquellos tiempos era llevado a cabo por toda la familia, sin duda los mejores tiempos.

Ya en la estufa y cuando comenzaba a cocerse la casa se impregnaba de ese delicioso y penetrante olor, el olor a muertos; la ofrenda recuerdo bien se preparaba desde el día 28, por que hay fechas para los muertos por accidente, por muerte natural, los asesinados, los no bautizados, etc. o al menos eso dice mi abuela cada año mientras enciende las velas de sus hermanos fallecidos y precisamente es a ella a la que le debo lo que se de las ofrendas, pues se tomo el tiempo a través de los años de enseñarme el significado de muchos de los componentes de una ofrenda, ahora que lo reflexiono mi gusto por poner mi ofrenda cada año se lo debo a ella, ya son seis años que me dedico a ingeniar la forma en que lo adornare, los dulces, las flores, el camino, el tequila, los cigarros, el vaso de agua, el orden de las velas, el papel picado, el pan, etc., a ella le debo mi fascinación por esta fecha a su herencia y a su sangre le debo que este también sea mi día.

Eso era el día de muertos para mi, sabia que debía ofrendar y darle la bienvenida a esos parientes que nunca tuve el honor de conocer, sabia que los tenia que celebrar, que tenia que guardarles respeto; eso sabia, aunque en el fondo y haciendo alusión a mi forma tan irreverente de ver a la muerte, disfrutaba mas el hecho de la ofrenda misma, de la simetría, de las formas, del olor, de los colores y morbosamente del misterio de los días después de su partida, el sabor tan peculiar que le queda a la fruta, el olor de las flores un día después y esa sensación de extraño vacío que queda los días que le siguen al dos de noviembre.

Eso era para mi el día de muertos, hasta que un día alguien muy cercana a mi falleció, ella partió un día de abril a pocos días después de mi cumpleaños, recuerdo que ese viernes me desperté a las 6 de la mañana con una llamada que hasta el día de hoy me enchina la piel, ella había fallecido, así, solo así. la habíamos visto un fin se semana antes, un extraño día en el que anuncio su muerte, por fortuna o desgracia nadie la tomo en cuenta, y es que ¿quien quiere pensar en la muerte cuando aun se esta respirando? lo cierto es que nadie.
De abril a noviembre corrieron muchos meses y muchos fines de semana en los que se hablada de que la veríamos entrar por la puerta y ser ella... natural, fuerte, apasionada, inteligente, guerrera, chingona y cabrona como ella bien diría (aquí están tus palabras favoritas tía), pero pasaban las horas y con ellas los fines de semana y nunca apareció. Me toco mirar los ojos apagados de mi tío, y es que como no se le iba a ir la luz de su mirada, si la compañera de su vida había partido, se había marchado para no volver. En ese momento pensé en la crueldad de la vida pues pasamos la mayor parte de la misma empeñamos en encontrar a esa persona ideal, a la persona correcta para compartir no una vida sino la vida; buscas, seleccionas y al fin la encuentras y un día se va y ahí termina la historia. Perder a tu pareja, a tu compañer@ de vida es un gran dolor porque a los hijos, a los padres y a los hermanos no los escoges, cuando naces llegas a esa familia con esas personas y a tus hijos los tienes, a ninguno de ellos te permiten escoger, no hay forma de decir quien si y quien no; pero a la pareja, con ella es distinto a ella la buscas, la encuentras, la elijes y decides amarla, así tal cual es. Ese es un amor difícil de encontrar pues a diferencia de los otros amores, este no esta predeterminado por un parentesco.

Ya han pasado muchos años y a mi tío con el tiempo su miraba le fue cambiando, continuo con su vida o por lo menos con la parte que aun le correspondía; sus hijos creo que lo han asimilado lo mejor que han podido, cada uno a su manera, el proceso ha sido largo y aun están trabajando en ello. El resto de las personas que la conocimos actuamos de forma distinta, algunos siguieron llorándola por meses, otros decidieron hacer un homenaje en vida a esta gran mujer, a otros mas les dejo lecciones y a mi además de todo eso me dejo el significado de una ofrenda.

Con su partida comprendí que la ofrenda es una forma de recordar, de hacerle saber a nuestro corazón que los seres queridos que partieron están ahí, siguen con nosotros y este día en especial compramos la idea de un portal místico que se abre para que vivos y muertos podamos convivir en mismo plano, nos da la tranquilidad y la esperanza de creer que ellos pueden vernos y saber que aun los recordamos con cariño, bien dicen que "los muertos se van cuando el olvido los alcanza".

Este es un día también de reflexión personal, cuantos de nosotros vivimos sin vivir y caminamos por la vida con una lapida de concreto entre los pies, cuantos morimos cada día a falta de metas, a falta de anhelos y a falta de sueños.

Aun hay olor a dulce de calabaza, aun preparo la ofrenda como cada año, ahora hay una luz mas que la ilumina, ahora hay un ángel mas en el cielo y hoy día en la mesa los fines de semana aun hay un lugar vacío.

Este post es para celebrar la vida de las personas que ya no están sentados en nuestra mesa, este post es para honrar humildemente su memoria, este post es para Delia, que se que donde quiera que estés me escuchas y sabes el giro que a dado mi vida, no se si entiendes el porque de mis acciones, seguramente si y lo mas probable es que me incitarías a seguir mis sueños y a dejar de vivir las metas ajenas.

Gracias por tu tiempo, no olvides que a la muerte hay que recibirla con manteles largos y una hermosa comida, con el libro de tu vida repleto de acciones y una gran sonrisa de satisfaccion por haber vivido a pleno cada segundo de tu vida.

Besoss!!!



1 comentario:

  1. VANESSA:

    Yo creo que mientras en tu familia se siga dando ese ritual tan especial del que no todos los que vivimos en la república podemos formar parte, y sobre todo que mientras sigas llevando en vida los mejores recuerdos de lo que en vida fue tu tía, ella seguirá viviendo sin importar el tiempo que haya pasado desde que se fue de aquí.

    Me gustó mucho tu post, muy nostálgico y al mismo tiempo con algo (que no se explicar que es) que te lleva no sólo a imaginarte todo, sino también a tener muchas ganas de vivir algo así.

    Insisto en que me identifico mucho con la mayoría de la cosas que escribes, hacía mucho tiempo que no seguía un blog, como he estado siguiendo el tuyo y pues me quedo con esa última frase tan padre que escribiste:

    "No olvides que a la muerte hay que recibirla con manteles largos y una hermosa comida, con el libro de tu vida repleto de acciones y una gran sonrisa de satisfaccion por haber vivido a pleno cada segundo de tu vida".

    La nostalgia siempre nos lleva a escribir las mejores cosas (porque salen desde adentro) y celebro que personas como tu puedan transformarla en escritos como este.

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