sábado, 2 de octubre de 2010

Las Aparicio... no?, Las Romero??? … no, Los Romero!!!

Parte uno.
Pasan de las 7:30 de la tarde y lo cierto es que he intentado escribir todo el día, pero no logre nada hasta este momento, un poco por el desgane físico, otro tanto por un dolor de cabeza que bien sirve de pretexto y algo mas por el tema que tratare, algo personal y muy intimo, algo relativo a mis raíces, a mi esencia a lo que me hace ser quien y como soy ahora; todas esas cuestiones me bloquearon un poco las ideas, es por eso que me tome un respiro y salí a la jardinera a tomar aire, (sin suéter, total creo que ya tengo resfriado) y a quitar de las plantas la hierva y las flores secas que se han acumulado, en ese momento, recordé que en algún programa de t.v. escuche que para recargar energía es bueno abrazar un árbol, también recuerdo que mientras escuchaba esta "técnica" pensé, "¿qué culpa tiene el árbol como para que le dejes toda la mala vibra?, pero mientras estaba "limpiando las plantas" le pedí al mundo presente que mi cuerpo se sintiera menos ansioso y con mas vida, lo sé, las plantas tampoco tienen culpa alguna, pero alguien tenia que hacer el trabajo sucio.

No sé si me recargue de energía, lo que si sé es que estoy aquí sentada escribiendo este post, que habla sobre uno de los aspectos mas enfermos de mi existencia... mi padre, sus hijos, sus mujeres, mi madre, mis hermanas, las cosas de la vida, los resultados de acciones ajenas y la manera en como se pueden joder vidas de manera gratuita o como la pizza, a la puerta de tu casa y en familia.

Esta es la historia de los nuevos hermanos, de cuando el tan mentado "llamado de la sangre" se hace presente.

Mi padre fue un hombre mujeriego, en mi conteo le conocí mas de 5 mujeres, seguramente fueron mas, pero mi conteo es de 5 y para este post esta bien con esa cifra; no me atrevo a escribir aspectos tan privados y personales de la vida de uno de los protagonistas de mi vida, pero debo mencionar esto para que sea entendido el resto mi cuento.

Pues bien, resulta que un día te enteras que tienes medios hermanos, si, que ese hombre de buen aspecto que hasta ese día considerabas un gran protector, ese que te generaba una mezcla extraña entre miedo y respeto, te dice así, sin mas "mira , te presento a tus hermanos"; en ese momento lo tome como la cosa mas normal, no pregunte, solo salude y me senté a que me sirvieran ellos de comer, pasaron las horas y me quede a solas con mi hermana mayor, le pregunte si eso que había dicho mi papa era real, ella me dijo que si, me sorprendió que ella lo supiera y me molesto un poco que no me lo hayan dicho antes; para mi buena fortuna creo que a lo largo de mi vida tomo demasiado bien las noticias "malas" o " sorpresivas", y esta a pesar de mi corta edad no fue la excepción, pues mi mayor preocupación por aquellos años era ¿cómo les llamaría ahora, Ricardo, Salvador, fulanito, hey tu! o hermano??.

A partir de ese día me entere con mas profundidad de la situación sentimental de mi padre, sobre su "otra vida", recuerdo que no fue fácil asimilar esto, pero nada del otro mundo, a esa edad me preocupaba mas si me aumentaría mi mesada o si me compraría ese juego de plumas de colores o la pulsera de mariposas rosas, inclusive la cena me angustiaba mas, en realidad eso me preocupaba mas que cualquier problema familiar.

Y así paso el tiempo hasta que llego el año de conocer a todos esos hermanos que tenia regados por la vida, por desgracia nos conocimos en una muy mala situación, dando un horrible espectáculo ante un gran publico, afuera de la clínica de mi papá, fue una cosa triste y lamentable. No hay nada peor que enfrentarte contra alguien que lleva tu sangre (a quien no conoces), sabiendo además que jamás te habían hecho nada hasta ese día; es un duro golpe emocional, para este tiempo ya estaba más consciente sobre lo que significa tener y ser parte de una familia.

También recuerdo que ese mismo día recibí uno de los shocks mas fuertes de mi vida y no fue precisamente el saber que todos estábamos reunidos ahí por un suceso vergonzoso, que parecíamos buitres ante carne fresca; no, eso no fue lo que me impacto, lo realmente impresionante fue verme ante un espejo, tres años menor que yo, pero con forma y gestos similares, era como yo, se parecía a mi, hablada como yo, era otra de mis medias hermanas, la mas pequeña; jamás la vía visto, había escuchado hablar de ella pero jamás la había tenido de frente, hablamos como dos horas y parecía que la conocía de toda la vida, me agrado, si no hubiera sabido que era hija de una mujer que se había portado grosera con mi familia, la hubiera adorado, la hubiera querido, le hubiera llamado hermana; pero como el hubiera no existe, me regreso a la realidad y a mediados del 2010, la vida nos llevo de nuevo frente a esa puerta que un día nos cerraron, regresamos como muchos hijos vuelven al cobijo de su padre, con preguntas, con dudas y con la esperanza (no declarada, pero si sentida y pensada) de hacer las cosas de mejor forma en esta segunda, tercera o cuarta vuelta.

Ayer me entere de muchas cosas, el hombre que conocí como padre no es el mismo, el karma lo atrapo y ahora paga muchas cosas, pero por desgracia o por fortuna es mi padre y es momento de estar a su lado y hacerle ver la vida de un mejor color, de mostrarle que la vida también puede tener un lado dulce y con un poco de suerte, podremos probar juntos el sabor a tranquilidad en la conciencia y paz en el alma.

Ayer se nos ofrecieron los brazos de un hermano, no sé si por alianza o por sentimiento, pero los tomaremos, total siempre quise tener un hermano que fuera boxeador profesional y que me ofreciera sus puños para cuando los necesite, así que aguasss!! Que vengo armada!!! jajaja.

Hoy me desperté con muchos recuerdos de mi niñez, con el recuento de los daños en las manos y en los zapatos, con unas ganas locas de tener 9 años y decirle al hombre de visitas de doctor que no se fuera, que me abrazara y se quedara a ver televisión conmigo; tuve ganas de tener 13 y recibirlo con un ¡!GRACIAS!! cuando le toco ser papá y mamá para mi; tuve ganas de tener 15 años y en lugar de quejarme por el enorme pastel, me dieron ganas de abrazar a ese viejo que me quería a su modo, hoy me dieron ganas de ir a verte y decirte vamos a platicar, creo que nos hace falta.

Gracias por leerme, esta es la primera de tal vez tres partes, no sé si en el camino sean más, pero de corazón espero que no tenga final.

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