martes, 13 de julio de 2010

1+1 = 2 y 1-1 = 0


Esta vez no me quede con las ganas, tome un cigarrillo, el encendedor y salí a fumar en lo oscuro de la noche; les confieso que  no es algo que me gusta mucho, pero por estos días ha sido necesario dibujar ese nombre , ese rostro, su silueta, la forma y llamar a su alma y único recurso -estúpida de mí- que sentí que sentí viable para tráelo hasta mi balcón,  era el humo; sí, me gusta pensar que puedo llamarlo en la lejanía, que el viento se apiada de mi y le da forma en su andar, que mientras viaja le lleva mi mensaje hasta su puerta, sí, ya sé, estoy delirando, él no me sentirá, él no escuchara mi llamado en la lejanía, por mas que grite su nombre al viento, por mas conjuros, él no vendrá.









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