¿Cómo pudiste amarme después de
mis acciones?
Por estos días quise echar un
vistazo a la que fui algún día, en este camino tuve que hacer paradas entre
correos y escritos que deje en cajones bajo llave; durante años me era muy
doloroso abrirlos, pero por estos días tengo un rayo de valentía así que aquí
estoy enterándome del daño que alguna vez cause.
He sido una perra, -perdonen
queridos lectores mi expresión-, pero no encuentro otro calificativo que me
describa, hoy estoy aquí porque este espacio que nació por él y para él, y encuentro
justo que aquí sea donde venga a contarles que es cierto aquello que dicen que “si
caperucita cuenta el cuento, el lobo siempre será el malo”.
Ustedes saben que este lugar está
impregnado de todo el amor que sentí por él, aquí también me he refugiado de su
ausencia; este lugar esta tapizado de todas las veces que le he gritado para que me ame, aquí
también están las suplicas por ser leída (por ser amada), así que para mí este
es el mejor escenario para ofrecer una disculpa a este personaje que alguna vez
y pese a mi comportamiento, me amo.
Sí, hoy hice un viaje a mis
letras del pasado, hoy miré a la que un día fui y honestamente estoy llena vergüenza,
de dolor, de rabia por haber sido tan hija de puta con ese hombre que alguna vez
me amo.
Tú me mostraste tus miedos y yo
los junte y los arroje en tu cara; tome tus secretos y en un rato de dolor los
use a mi favor para lastimarte y eso es lo más horrible que cualquier ser
humano puede hacer.
No encuentro palabras para
expresarme bien (hoy no las tengo), es demasiado dolor el que siento, nada
justifica lo que llegue a decirte, a hacerte... y ahora entiendo porque la historia se escribió
de esta forma.
Él siempre me dijo que era un hombre
tranquilo y ciertamente lo es, creo que cualquier otro en su lugar hubiera reaccionado
y con toda justificación de una mala manera, pero no, él no, todo lo contrario,
supo entender mis miedos, supo comprender mis razones (tontas, siempre tontas)
y me siguió amando.
Él es un hombre que ha conocido
lo mejor y lo peor de mí, es un hombre que aun camina por aquí, que me lee y me
comprende, pese a que el día de hoy la historia es diferente, hay algo que nos unirá
siempre...
Señor P., hemos sobrevivido a las
balas que la vida nos mandó, hemos salido ilesos de lo no escrito, construimos
una historia que a ambos nos dejó crecimiento personal, fuimos protagonistas de
un amor lleno de magia, sobrevivimos a la distancia y hoy estamos en una nueva
etapa en donde los lazos son tan sólidos que sabemos que este cariño sobrevivirá
cuantas balaceras la vida nos mande.
Te nombro aquí donde tantas veces
he escrito de ti, de lo que fue y de lo que es, de lo que sentí y de lo que
siento, porque sé que te lastime (podríamos decir que es cosa del pasado, pero
si aun logra doler es que aun hay que trabajar en ello) y es justo que pida tu perdón, hoy te
escribo con mi rostro lleno de lagrimas y mi alma enjugada en dolor, porque la
mujer que hoy habita esta piel ya no es mas esa niña berrinchuda que alguna vez
te lastimo.
La vida, los años, los amores que
he vivido, tú, me han enseñado que el que ama no lastima, no hiere y así como aquí
están mis reproches y mis sin sabores, también quiero reconocer cuando no he
hecho las cosas bien y si en aquel momento no lo entendí, el día de hoy si, es por
eso que pido perdón.
Hoy entendí después de muchos
años lo que no quería ver, en esta historia también fui un verdugo, me escondí
tras mi edad para lastimar, me justificaba bajo el argumento de que no sabia
amar, y puede que haya algo de cierto, pero hoy no creo que algo de eso tenga valía
para justificar mis acciones.
Pero él aun hoy me justifica, me
dices que el amor no entiende de esas cosas (sí, así es él, dulce y comprensivo Señor P.), me arropas en comprensión y me quieres hacer sentir bien. Por eso
quise escribirte aquí, porque es justo que sepan de la cara que no mostré del hombre
que alguna vez me amo, quiero que sepan que eres un hombre que sabe perdonar y
avanzar.
Si te soy sincera, quisiera
cambiar la historia, herirte menos, amarte más o por lo menos amarte mejor, quisiera
decirle a ella, a la Vanessa del pasado que así no se lidia con el dolor, que no
es justo tomar la confianza que le depositaron en las manos para lastimar a
quien ama; pero no puedo, los años transcurrieron, y nuestros caminos se
separaron, y el daño está hecho.
La historia es así y no la puedo
modificar, pero eso no significa que el día de hoy no pueda mejorar la historia
que estamos escribiendo, así tan extraña y poco usual, el día de hoy puedo
prometerte que, si en mis manos esta el que te ayude a ser feliz, así será, es
una promesa.
Gracias a todos por leerme, ha
sido una entrada dolorosa, pero era necesario escribir sobre la otra cara de la
luna.