domingo, 15 de julio de 2018

uno de esos


Hoy es uno de esos días…

Me he querido sentar a escribir desde las diez de la mañana, pero como si supiera que me enfrentare a un terrible monstruo, hice de todo para no escribir; pero las manos me daban comezón, y esa extraña cosa llamada inspiración jugueteaba en mi cabeza, así que decidí prestarle atención.

Tengo la luz encendida y no me gusta, es demasiado brillo, a mi me gusta la obscuridad, recuerdo que en los inicios de este blog me daba por escribir de madrugada, justo cuando todo se encontraba en silencio, supongo que era mi forma de alejarme del ruido del mundo, pero en este día tan silencioso, ¿de qué huía?

Siguen corriendo los minutos y comienzo a sospechar que huía de mí, me alejaba de mis miedos, de mis decisiones, de mis enojos, de mis pensamientos; tenía miedo de gritarle al mundo entero que me deje sola.

Estos días he estado leyendo mi blog, de principio a fin y ese vistazo ha sido doloroso, cada entrada la he sentido como si recién la escribiera, fue un viaje catártico, en ratos angustioso, a ratos feliz, otras veces me vi llena de enojo, y al final llena de preguntas.

¿Vale la pena?, ¿debo seguir?, ¿Por qué me cuesta tanto decir adiós?, ¿Cuánto mas puedo aguantar?, ¿algún día le pondré final? ¿Por qué volviste? ¿qué haces aquí? ¿tu sabes su nombre? ¿Por qué me lees?

Lo sé, son muchas preguntas, pero, quien me sigue, quien me conoce, sabe que me gusta cuestionarme, para mí, es solo un paso para poder seguir. Sin embargo, es bien sabido que todo proceso lleva tiempo, no sé cuanto me lleve, pero si sé que me gusta acompañarme de mis series y películas favoritas, así que hice una pausa a mis pensamientos y destine un largo rato a mirarlas.

Unas películas y series más tarde, no tengo miedo a confesar que estoy enamorada de los finales con signo de interrogación, de los amores tortuosos, amo los romances que no son para siempre: mis libros y películas favoritas son así, cada uno es feliz a su manera, soy partidaria del amor angustioso (si es que a eso se le puede llamar amor), del amor caótico, del amor lleno de celos, del distante, ese amor que pese a los obstáculos y a lejanía se mantiene vivo, latiendo, si, me gustan esa clase de amores.

Estoy siendo muy honesta con mi sentir en este momento, supongo que es esta noche que, combinada con mi soledad y mis ganas de escribir, han hecho que surja esta entrada sin mucho sentido (como antaño) estoy armando las ideas que salen de mi cabeza, pero no sé bien hacia donde voy.

Pensándolo bien, creo que ese es el punto, ¿a donde voy?, ¿con quién? ¿Por qué? Son muchas preguntas para tan pocas horas, y no tengo respuestas, las he olvidado en algún lugar entre el ayer y el mañana y por mas que busco no las logro encontrar...

Ha pasado un largo rato, ya son las diez de la noche y quiero encontrarle sentido a la vida, quiero entender que los pasos que daré serán los correctos, no quiero escuchar mas voz que la mía, total, si me equivoco, solo seré yo la responsable, no quiero culpar a nadie de lo que decida hoy. 

Necesito ser dueña de mis pasos, seguir mis consejos, ser de mí, para mí, por mí. Ya no tengo miedo de estar aquí sentada frente a mí, respondiéndome en la oscuridad de la noche los cuestionamientos que he traído enredados en el pelo, no tengo miedo de irme, tengo miedo de quedarme y ver la vida pasar sin sentir.

No necesito de una galleta de la fortuna, ni que me lean las cartas, sé bien a dónde y con quién, y ya entendí que los miedos NO ME CABEN EN LA MALETA.

Queridos lectores, hay que viajar ligeros, dejando todo lo que aprisione nuestras alas y nuestros sueños. Les deseo hermosas letras.

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