domingo, 15 de julio de 2018

¿y si te llamo?


¿Y si te llamo de madrugada?, ¿qué podría pasar?, no tengo miedo a pecar, total, condenada ya estoy…

No te confundas, esto no es una travesura, las que escriben hoy son las ganas que están tocando el timbre que entre mis piernas se encuentra…

No me lo tomes a mal, es esta cabrona necesidad que tengo de ti, de tu piel, entiende, es una estupidez dormir con ganas, es cansado despertar con el deseo aferrándose a mi piel, ¿y si te llamo?

Esta vez no soy yo, es la lujuria, es la pasión la que quiere llamarte, la que quiere un encuentro contigo, es ella la que me susurra al oído al saborearse tu piel.

Es este encuentro pendiente el que me tiene despierta a estas horas, empapada en este sudor lleno de ganas que me brota por los poros, es él, el que me exige oír tu voz.

No tengo miedo de llamarte, sé que no es prudente, pero necesito escuchar tu tono adormilado, ese tono de tus minutos de cansancio; quiero sorprenderte, que te enteres (por si no lo sabes) que a estas horas también tengo ganas de ti.

Quiero decirte que estas ganas no son un juego, que este deseo no es de hoy, es de siempre; que la humedad me viste cada que pronuncio tu nombre, siempre que pienso en ti.

He guardado dos cigarrillos, para cuando el antojo me sorprenda vestida, así puedo fumarte en presencia de todos, a la hora que sea, y hasta acabar…

Quiero llamarte, amarte, mamarte, quiero darte mis idas y mis venidas, quiero que me invites a follar, que mi llamada sea la excusa para que toques mi puerta y te atrevas a entrar.

Quiero llamarte, porque si lo escribo, no te llamare, entrare en razón y nos evitare problemas, por eso quiero llamarte, esta noche no quiero razonar, no quiero que la moral ni la buena conducta me hagan desistir de llamarte.



Tengan hermosas letras, saludos.

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