sábado, 21 de julio de 2018

escritos del pasado


Sigo en este paso por los escritos del pasado, me gusta, sé que es tormentoso, es verdad, pero me gusta ver que he avanzado, que en cada escrito no solo soy capaz de desnudarme, me doy cuenta que he crecido, como contadora de historias y como persona; estoy menos dañada emocionalmente hablando, este espacio ha sido una gran terapia, algunas veces les he dicho, lo escribo aquí, lo veo desde afuera, trabajo en lo que tenga que avanzar, lo libero, respiro y sigo caminando, no ha sido fácil, y menos ahora, el encontrarme de frente con esa chica explosiva, ha sido un duro golpe a mis sentimientos.

Yo era una niña enamorada, verdaderamente enamorada, era alguien que entregaba su corazón por primera vez, y ¿qué sabe uno cuando ama por primera vez?

Yo no sé ustedes, pero yo no sabía, entendía poco, mi recién nacido amor era pasional, irracional -ojo, eso no lo hace menos verdadero, pero era una chica que quería ser solo ella, los cuentos de hadas a veces hacen mucho daño a la hora de construir relaciones reales-.

*“cuando la encuentres, da la vida por ella. porque si te ama la mitad de lo que yo te ame, ya tienes el paraíso ganado.”

Yo solo era una pendeja enamorada, sí, estaba enamorada del amor, estaba enamorada de él, no sabía muy bien cómo debía sentirme, o que debía hacer, yo solo sabía que quería que él solo me mirara a mí.

Yo solo quería que él no pensara que era una tonta, y exagere tanto que termine siendo la tonta, la demente exagerada, -un dolor de huevos- que solo buscaba su atención, pero hoy sé que no era atención, era amor, yo solo quería que me amara, que tuviera necesidad de mí, así como yo la tenía de él.

*“…quiero darte las gracias por muchas cosas, lo primero conocerte, lo segundo junto a ti mis escritos cobraron vida y alma, se llenaron de sentimiento y pasión, gracias, esta etapa fue de mucha creación para mí…”

Él era mayor que yo, y eso siempre ha sido una condena para mí, porque siempre será así, y no era algo bueno, mi edad, mi falta de experiencia siempre jugo en mí contra; nunca supe reaccionar, siempre metía la pata, siempre terminaba comportándome como lo que no quería, como una niña berrinchuda, quería ser su mujer, y me comportaba como una niña.

Podría agregar tantas cosas sobre todo lo que hice mal, pero no tiene sentido, la historia esta escrita, así que, solo queda la experiencia, y una entrada como las del inicio de este espacio, en donde les platico como van mis emociones, en donde les abro mi mente y mi corazón, siempre tengo la esperanza de que mis errores podrían ayudar a alguien a no cometerlos, pero sé bien que nadie escarmienta en cabeza ajena.


No hay comentarios:

Publicar un comentario