Después del amor

Estoy pasando por días oscuros, días en donde la fe se me esconde en los rincones de mi habitación, días en los que encender la luz no es una opción que me ayude a iluminar mis pasos.

Hoy quiero escribir desde esta lejanía, desde esta oscuridad, quiero narrar historias tristes, historias que no van a ningún lugar.  

Es cierto que no existen historias perfectas, incluso los cuentos que nos llenaron de romance siendo niñas y que nos vendieron historias posibles de suceder, jamás nos contaron que había detrás del baile soñado, no sabemos que paso después de aquella promesa del beso de amor, que hay mas allá del “felices por siempre”, ¿existe?

El día de hoy me es difícil creer que existe, siempre encontraremos el tan temido “pero…”, allá afuera aun hay brujas malvadas, madrastras ponzoñosas, hermanastras agrediendo hasta con una simple imagen, en fin, el exterior es tan cruel que veo difícil que el “felices por siempre” no se pierda al dar la vuelta en una esquina.

El amor a veces parece solo un mito del que pocos hablan con veracidad de hechos, algo inalcanzable, algo que precisamente solo se concreta al final de los cuentos de hadas.

Queridos lectores, esto del amor, es cosa aparte, allá afuera, al lado suyo, dentro suyo, en la casa de enfrente, a dos calles, están naciendo historias sin finales felices, se están derramando lagrimas de ausencia emocional, si a veces de poco vale tener a una persona al lado si no es la que nos esta llenando el alma o humedeciendo el cuerpo; en todas partes se están contando historias que no van a ningún lugar, salvo que las situemos como lecciones de vida y no las idealicemos como almas gemelas, son y serán historias sin finales felices.

Me temo que en todos lados hay historias de amor que un día como hoy se romperán, dando paso a otras, tal vez mejores o quizá peores, eso es cosa de cada uno, pero el hecho es que están sucediendo, y que se romperán, tarde o temprano algo sucederá y se terminará.

Yo sé que es trágico, pero tenemos que estar preparados, tenemos que ser conscientes que es algo inevitable, que puede ocurrir y que debemos sobrevivir a ello, que tenemos que aprender lo necesario para que por lo menos esa historia no se repita, debemos cobrar conciencia, de que es mejor así, debe ser triste llevar mas de 20 años teniendo al lado a alguien que ya no te provoca lo mismo que años atrás, y lo digo con la mejor de las energías (que puedo irradiar hoy).

Tenemos la obligación de ser unas personas de 10, que, si hubo amor y ya no, decirlo y permitirle a esa otra persona que encuentre lo que en esa relación se terminó; podrá sonar cruel, pero mas cruel es impedirle encontrar a alguien que le ame más y mejor.

Ahora entiendo porque estoy aquí, quiero dejarles este consejo, esta reflexión, no detengamos la vida de nadie, si alguna vez lo amamos, debemos querer lo mejor para su camino, no podemos ser egoístas con ellos y por nada del mundo debemos ser miedosos de nuestro destino incierto, una situación así no es justa para nadie, de que sirve llevar un anillo bien puesto si el corazón hace mucho que partió de ahí.

Para que compartir una cama si esa piel ya no hace vibrar la tuya, ojo, no se confundan, no pretendo que en este momento tomen una decisión apresurada, no, pero si quiero que analicen bien su situación de vida, y si ese amor dio todo lo que tenia que dar, es mejor cambiar de libro, es mejor quedarte con un buen sabor de boca, a postergar el adiós, y llenarte de sin sabores, a nadie le hace bien, es mejor sumar un amigo (a) que restar un amor.

Al final del día no se trata del tan mentado felices por siempre, es ante todo SER FELICES, en compañía o en solitario, pero ser felices, no importa si es en la casa de tus sueños con un pequeño niño corriendo por el patio, o si es llegando a casa para hacerle el amor a ese hombre sexy o tal vez, llegar y preguntarle al Don como le fue en su día, en fin, por fortuna aún hay vida, aún tenemos tiempo, aún hay naciones que visitar, amores que vivir, personas que abrazar, historias que narrar, siempre buscando ser felices en cada paso.

Gracias queridos lectores, por leerme. Se que este post podrá no tener mucho sentido, pero créanme que tiene más verdad de la que me gustaría. Nos leemos la próxima.